Honky Tonky Sánchez es una referencia de la música española, con un estupendo gusto a la hora de componer y proyectos artísticos que se transformaron en trabajos tan espléndidos como Esta tierra hostil o De la piel del diablo. Hasta ahora permanecía oculta otra faceta muy relevante, su trabajo como pintor, que sale a la luz con la exposición que presentó en La Casa Vieja de la capital el pasado viernes, muestra que acompañó, como no podía ser de otra forma, con un recital en el que estuvo acompañado por sus más queridos amigos, músicos que se sumaron a esta celebración,  con la que se abrió esa nueva puerta a la pintura. 

El músico y ahora pintor, dijo que «esta afición por la pintura y la ilustración fue algo muy extraño, porque yo no había pintado nunca. Realmente hace ahora cinco meses que pinto, bueno, había hecho en este campo lo que cualquiera, pero de esta manera, con este afán por la pintura, nunca».

Confirmó el músico que «la vida me cambió hace tres años porque tuve que volver a Madrid por un problema familiar. Mi padre enfermó y quería cuidar de ellos. Ya son muy mayores, con mucho en las espaldas y eso, te cambia totalmente la vida y pasas, claro, mucho en tiempo en casa con ellos, con los padres. Mi padre, con  alzheimer, tenía un montón de pinturas que le fui comprando, porque coloreaba. No sé,  de repente me dio por pintar, fue una cosa muy extraña, casi de una manera compulsiva. No había sentido eso, excepto cuando empecé a tocar la guitarra cuando era niño y bueno, fue mucho trabajo, pintaba de todo y todo lo que iba haciendo se lo enviaba a amigos, que me animaban, me comentaban que mejoraba mucho, hasta que di con el espíritu de Chet Baker, como digo, con algo más personal. No soy pintor realmente, pero sí es cierto que he encontrado un estilo personal».

El resultado, Cuatreros Cuarteaus, que se puede ver estos días en La Casa Vieja de la capital y que comenzó, dijo, cuando  «pinté la cara de Chet Baker, como cuarteada y vi tenía algo». Esta nueva faceta de Honky Tonky Sánchez se plasma en retratos, «con tintas, acuarelas, óleo y acrílicos, porque he ido experimentando y todos los cuadros parece que tienen relieve, con algún truco de planchado también, pero todo experimentando para que las obras vayan cogiendo su personalidad, es curioso, enmarcados, los personajes parece que salen del propio cuadro». La mayoría de estos personajes elegidos por el artista, dijo, son músicos, «que forman  parte de mi vida, gente muy famosa, pero luego incluso otros que no tuvieron tanta suerte en la vida, como Blind Willie Johnson o Josh White, gente que me han marcado el camino, pero faltan muchos. Hasta ahora llevo 32 cuatreros cuarteados, con muchos amigos, por supuesto. Igual seguiré con este homenaje por el cariño que les tengo». Continúa con esa faceta y, por supuesto, con la música, «que es lo primero siempre y espero ya por fin, el año que viene poder grabar el tercer disco en solitario de Honky Tonky Sánchez, que se llamará Cuatreros, porque ya tenía el nombre desde hace años. Siempre aparece primero el nombre y luego las canciones, que ya están compuestas, tengo que ir y grabarlas en Gárate, con algunos de mis amigos».