Jane Fonda no es solamente una maravillosa actriz, ganadora de dos Oscar y nominada en otras cinco ocasiones más. Tampoco se la puede calificar solo como una estrella de cine, incluso hace tiempo que sobrepasó las categorías de mito y de leyenda. Su estela se proyecta fuera del mundo del espectáculo. Ha sido y continúa siendo una activista política y un referente en defensa de los derechos civiles. Una voz que se alza protestando por todo aquello que considera injusto, como las guerras de Vietnam o de Irak. Una rebelde, pero con muchas causas por las que luchar.

El próximo 31 de diciembre Jane Fonda cumple 85 años y TCM le dedica la programación de ese día y de todos los miércoles del mes, recordando algunos de sus papeles más famosos y emblemáticos, como Klute, por el que ganó su primer premio de la academia de Hollywood, A la mañana siguiente, El síndrome de China o En el estanque dorado, que le valieron sendas nominaciones a los Oscar, y otras películas como El jinete eléctrico, Agnes de Dios o La jauría humana, que fueron grandes éxitos cuando se estrenaron.

Jane Fonda nació en Nueva York en 1937. Fue la primera hija del gran Henry Fonda y del Frances Ford Seymour, la segunda esposa del actor. Una mujer que sufría una enfermedad mental, que estuvo internada en un hospital psiquiátrico y que terminó suicidándose cuando Jane tenía tan solo 12 años. 

Las relaciones con su padre tampoco fueron fáciles. Esto configuró su personalidad. Exteriormente, daba una imagen de mujer con un fuerte carácter, pero en el fondo, según explica ella misma, era insegura y dependía emocionalmente de los demás.

Jane Fonda se ha casado tres veces. La primera con el director francés Roger Vadim; la segunda con el activista político Tom Haydem y la tercera con el magnate de los medios de comunicación Ted Turner. A sus 85 años y aunque ya no sea la reina del aerobic, se mantiene en plena forma. No se ha retirado del cine. De hecho, tiene dos proyectos cinematográficos por estrenar y en las calles sigue siendo una agitadora política y social, como cuando en la década de los 60 y 70 era conocida como Hanoi Jane. En 2019 fue detenida tres veces frente al Capitolio en Washington cuando participaba en manifestaciones que protestaban porque no se tomaban suficientes medidas contra el cambio climático.

Así es Jane Fonda. Más que una actriz. Mucho más que un mito o una leyenda. Una eterna rebelde.