Felicidad, alegría, júbilo, pero también una pizca de alivio al ver que por fin, esta vez sí, se acabó eso de tener  que frenarse y limitarse en la fiesta del desenfreno, que es el Carnaval. 

Ésta era la sensación generalizada que, según explicaba ayer el concejal de Festejos del Ayuntamiento de La Roda, Luis Fernández, quien no escondía su entusiasmo al ver cómo comenzaba ayer el desfile que inauguró el Carnaval rodense.

«Aunque suene raro, la mayor novedad del Carnaval de este año es la normalidad», explicaba Fernández minutos después del inicio del citado desfile, «porque en 2020 hubo que suspenderlo todo y en 2021 hubo que hacerlo con tantas limitaciones que solo fue medio Carnaval».

Por poner un ejemplo, resaltó el responsable rodense de Festejos, el año pasado salieron a la calle comparsas y grupos que podían tener una docena de participantes «y este año salen como siempre, con 80, 90 o 100 miembros, como debe ser, que da gusto verlos».

Como es habitual, la concentración de comparsas tuvo lugar en el paseo peatonal de la Avenida Juan García y González, a partir de las cinco de la tarde. Poco después, a las cinco y media, arrancó la nutrida comitiva.

«Igual es el desfile con más participantes y público que hemos tenido en La Roda, es que la gente tenía muchas ganas de quitarse la espina», señaló el concejal , «pero desde luego va a estar entre los primeros, eso seguro».

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