Durante los últimos días, en la ciudad se vive un ambiente extraño. Acostumbrados a ver cómo Albacete se activaba en la última semana de agosto, una vez superadas las vacaciones estivales, para prepararse para su Feria, estos días se respira un ambiente raro, porque no habrá Feria, es lo único que hay en estos momentos seguro, pero muchos albacetenses se niegan a resignarse y se preparan para unos días festivos en los que habrá actos infantiles, actividades culturales y festejos taurinos. O sea que el Ayuntamiento preparó una programación con la esencia de la Feria, pero sin ella, ya que el alcalde Emilio Sáez tendrá que esperar a 2022 para abrir por primera vez para él la Puerta de Hierros. Eso sí, la patrona, la Virgen de Los Llanos presidirá de alguna forma todo lo que acontezca en el Recinto Ferial y estará junto a sus devotos en unas andas al aire libre, para evitar peligro de contagios.
De esta forma, pese a quien pese, en las próximas semanas se pondrán de manifiesto los verdaderos pilares de la Feria de Albacete que no son otros que la religión y la cultura -en donde también se engloba la tauromaquia-. Lo demás es accesorio, aunque fundamental para la ciudad, ya que, por ejemplo, el ocio nocturno -bares de copas y discotecas- no estará instalado en los Ejidos, pero los hosteleros sí lanzaron sus promociones en sus locales de La Zona, o los restaurantes, que colgarán en los próximos días el cartel de completo con comidas empresariales, familiares o de amigos.
El caso es que durante los próximos días festivos todas las miradas estarán puestas en Albacete, por lo que deberemos dar ejemplo de un comportamiento ejemplar, sobre todo, en el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitarias. Así que... cuidado.