Antonio García

Antonio García


La Sexta

29/11/2021

Nos encaminamos a la sexta ola -o ya estamos en ella, porque uno ya ha perdido cuenta de las marejadas- con el mismo espíritu de superación con que el Real Madrid afrontaba sus sucesivas copas de Europa. La Sexta es también la denominación de cierta cadena televisiva, y esta concordancia de ordinales se trae a cuento porque en dicha cadena es donde se encuentra la gran hinchada de oleajes, la que jalea cada ondulación pandémica con el entusiasmo de los ultra deportivos.
La Sexta es «la banda de la casa de la bomba», sede de surfistas a la expectativa de la gran ola. Tiene la cadena un chiringuito deportivo, de gran éxito entre aficionados, y otro chiringuito alternativo -el resto de la programación- en el que se desglosan a diario los resultados de esta nueva liga de campeones, con un ascendente claro de Carrusel deportivo en que cada víctima o ingreso, cada nueva vacunación es un gol estadístico que nos encarrila al ascenso o descenso de categoría. No distingue uno cuándo está en un chiringuito o en otro, tal es la mímesis de sus contertulios. Hubo un receso liguero, amenizado por la lava de Palma, pero ya han restablecido el campeonato con nuevos fichajes que son los mismos virólogos, famosos y políticos cántabros de la última oleada. Y están los negacionistas, que creen que se le dedica demasiado tiempo a los deportes. Como no hay éxito deportivo sin su correspondiente apropiación política, también han vuelto a desenterrar a Franco. La dictadura se benefició de los logros europeos del madrileñismo, y Franco, desde su nuevo palco –ahora el Pardo se ubica en La Sexta- saluda a su afición renovada, con el recordatorio de que no se nos puede dejar solos. ¡A por la séptima!