Situación límite para el Villarrobledo, que volvió a caer en casa, esta vez ante el Marchamalo, y se mete de lleno en la pelea por evitar el descenso de categoría en el Grupo 18 de Tercera Federación. El cuadro troyano, con muchos nervios durante todo el partido, no aprovechó sus ocasiones y sufrió bastante en líneas generales ante el orden y la calidad de su rival.
Con mucha tensión en las gradas y cierto agarrotamiento sobre el pésimo césped del Virgen de la Caridad, se vivió una primera parte con mayor empuje del Marchamalo desde el inicio. Una jugada personal de Jony Ortiz acabó con un tiro fuera y en el minuto 17, en un balón suelto, un chut escorado de Pimentel obligó a intervenir a Pablo Rodríguez.
Fue la primera de las varias paradas que tuvo que hacer el arquero, la siguiente en un zapatazo lejano de Ballesteros. El Villarrobledo tuvo que esperar al ecuador del primer acto para conseguir generar peligro, aunque fue una ocasión clara, en la que Manu le negó el gol a Marcos Moreno, que había cabeceado el buen envío de De la Morena.
En el tramo final del primer acto, una buena acción colectiva del conjunto villarrobledense, culminó con un disparo alto de Didier. Respondió Pimentel, que en el minuto 41, tras driblar a varios adversarios, envió el balón por encima del larguero. Y ya al filo del descanso, Calero apareció para rematar una falta lateral de Cifuentes. El balón se estrelló en el lateral de la red.
Las sensaciones de ligera mejoría de la escuadra local no se confirmaron en la segunda parte, en la que el partido se le torció muy pronto Villarrobledo con un penalti que transformó en gol Pimentel. Pese a la entrada de Valverde desde el banquillo, la respuesta local tardó en llegar. La firmó Calero en el minuto 63, pero no aprovechó su posición franca de remate a la salida de un córner y envió el esférico alto.
El que volvió a tener después la opción de anotar fue de nuevo Pimentel. En otra acción personal, con varios regates, solamente Pablo Rodríguez pudo contener su disparo. El cancerbero sostuvo a su equipo y le dio vida, porque más tarde abortó con acierto otra clara ocasión de Jony Ortiz.
El Villarrobledo intentó dejar todo en el campo en el cuarto de hora final, pero con más coraje que fútbol, la tónica general de las últimas jornadas. El Marchamalo mantuvo su orden táctico y durmió el encuentro para llevarse tres puntos que le mantienen en la zona media, mientras las dudas se ciernen sobre el futuro de José Luis Fuentes, que llegaba al encuentro con su cargo en la cuerda floja.