Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


Envidia de Israel

31/03/2023

Se trata de una envidia llena de admiración, porque los ciudadanos de la única Democracia de Oriente Medio han salido a la calle para evitar que Netanyahu haga lo mismo que está haciendo el presidente del Gobierno de España: politizar todavía más los tribunales para controlarlos. Los codazos y empujones en España al Tribunal Constitucional y al Consejo General del Poder Judicial han sido constantes por parte de todos los partidos, pero excepto juristas, periodistas y otras gentes de mal vivir, pocas protestas han suscitado.
Aquí, en España, una ministra pasa de sentarse a las órdenes del presidente del Gobierno a dar órdenes a los fiscales. Algo así hubiera impelido a suscitar manifestaciones en Israel, pero aquí la ciudadanía sólo sale a la calle bajo la disciplina de los sindicatos o, en circunstancias excepcionales, como en el caso del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Y, aunque la ministra de Justicia hable de que ella, cuando toma el autobús o viaja en metro -¿¿¡¡!!??- sólo oye hablar a los viajeros de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, parece que ningún viajero de metro o autobús está indignado de que el sectarismo político meta sus sucias manos sobre la independencia de la Justicia.
Debe ser incómodo para una ministra viajar en metro con los escoltas, teniendo que ocultar la aparatosa cartera ministerial, pero están acostumbradas, porque la de Economía va de compras y nota que los precios están bajando. No voy a sospechar si viajan en autobuses franceses o compran en supermercados alemanes, pero convendrían que nos dieran direcciones y líneas de autobuses, no sea que estemos equivocados y vivamos en la zona más desagradable de España.
En Francia también han salido a la calle, pero no ha sido por salvar la Democracia, sino para que continúe la jubilación a los 62 años. No hace mucho, cuando la terrible crisis griega, -que casi estuvo a punto de sacar a Grecia de la Unión Europea- los periódicos franceses publicaban airados artículos sobre el abuso de que los peluqueros griegos se jubilaran a los 55 años, cuando la esperanza de vida se había alargado en toda Europa. Debe ser que, de un año para otro, los franceses se mueren mucho más temprano que aquí, donde la media está en los 83 años, lo que quiere decir que, aun alargando la jubilación a los 67, el sistema va a reventar, a no ser que los franceses y los españoles decidan morirse o ser fusilados al cumplir los 75.
Sí, tengo envidia de Israel. De su ciudadanía y de su sensibilidad. Mientras me avergüenza este egoísmo y frivolidad tan mediterráneos y tan suicidas, sea en Francia o en España.