El Albacete gana en Leganés y corta su mala racha

Anxo Táboas (ADG)
-

1
CD Leganés
2
Albacete Balompié
Finalizado
Los blancos le dieron la vuelta al marcador en Butarque y vuelven a entrar en los puestos de 'playoff' de ascenso

Dubasin, autor de los dos goles del Albacete, celebra la victoria al término del partido. - Foto: Rubén Serrallé

El Albacete puso fin a la serie de tres partidos sin conocer la victoria con un merecido y trabajado triunfo ante el Leganés. Ni siquiera el madrugador gol de penalti logrado por el colista, con la colaboración del colegiado, sirvió para doblegar a un contrincante, el cuadro preparado por Rubén Albés, que cuajó una de las mejores actuaciones de la temporada. La expedición blanquilla desarboló a su rival y encontró la recompensa a su insistencia gracias a dos chispazos de Duba en la segunda mitad. Tres puntos que sirven para recuperar el rumbo trazado en el inicio del curso y que dejan muy tocados a un Lega y a su entrenador, cuyo futuro pende de un hilo. 

Mucho antes de todo eso, no tardó en llegar el primer susto con una mala entrega de Bernabé que abrió de par en par las puertas del área a Rubén Pardo. Solo fue el comienzo del peor inicio imaginado por el Alba. En la siguiente acción Fede Vico caracoleó dentro del área entre Boyomo y Riki para dar la posibilidad a Ávalos Barrera de señalar penalti tras percibir un leve contacto. Tampoco dudó el propio Fede Vico a la hora de ajusticiar por el centro, con la pierna derecha, al guardameta hispalense.

Le tocaba remar al once dispuesto por Rubén Albés, con Duba como principal referencia en el frente ofensivo. No se hizo esperar la reacción visitante, con un buen balón al área que no remató con comodidad Olaetxea, tras porfiar Djetei con los defensores pepineros. Volvió a la carga por el costado derecho el Alba con un centro pasado que no encontró rematador. Sin embargo, la opción de empate más clara se produjo cerca del ecuador de la primera mitad, a través de una internada de Julio Álvarez cuyo pase al área lo envenenó Juanma con un acrobático toque que obligó a Dani Jiménez a volar cerca del poste derecho. Una acción de muchos quilates que sirvió, además, para espolear al Albacete, decidido a firmar las tablas por la vía rápida. El preparador gallego ordenó a los suyos adelantar líneas y encerrar a un adversario que, pese a verse por delante en el marcador de Butarque, enseñó más dudas que certezas.

desorden local. Ante el empuje visitante, Imanol Idiakez decidió pertrechar su retaguardia a la vista de los problemas que sufrieron sus defensores. La falta de orden y la inseguridad blanquiazul permitió al Albacete vivir en la frontal del área rival y acudir con muchos efectivos por las bandas. Álvaro Rodríguez y Julio Alonso ejercieron de extremos obligando a Maikel Mesa y Manu Fuster a transitar carriles interiores para asociarse con la dupla ofensiva. Una propuesta que no encontró el merecido premio antes del paso por los vestuarios por culpa de las buenas intervenciones de Dani Jiménez y la falta de pegada de un plantel escaso de pólvora. Prueba de ello fue que las principales intervenciones del guardameta lebrijano sirvieron para contrarrestar los respectivos remates de Djetei, Boyomo y Olaetxea tras lanzamientos a balón parado de la escuadra blanquilla. También pudo poner tierra de por medio el Leganés con un cabezazo de Jorge Sáenz que obligó a Bernabé a poner rodilla en césped para atajar la pelota en dos tiempos. En todo caso, fueron los pupilos de Rubén Albés quienes más propusieron y más llegadas al área generaron hasta provocar los primeros silbidos de la grada local, pese a que su equipo aún iba por delante en el marcador.

En este particular mundo al revés que se vivió en la sobremesa de Leganés, fue Imanol Idiakez quien hizo los primeros cambios para revertir el decorado. Tampoco las permutas dieron el resultado esperado en el esquema blanquiazul a tenor del monumental arranque protagonizado por un Albacete con ideas y filo. 

oportunidad. Muy pronto Riki filtró un pase sobre la internada de Olaetxea, quien regaló un centro muy bien dirigido al que nadie pudo llegar. A partir de ahí Dubasin encontró, en dos chispazos, todo lo que se negó a sus compañeros durante 50 minutos. 

Primero Álvaro Rodríguez aceleró en una autopista libre de peaje para ofrecer una asistencia al espacio que el delantero belga aprovechó con un regate al arquero y posterior giro a puerta vacía. Acto seguido, Manu Fuster dividió la defensa con la ayuda de Nyom y encontró al bigoleador para que este picase la pelota sobre la salida de Dani Jiménez.

El ariete consiguió que el aviso de tormenta se convirtiese en huracán para un graderío que estalló contra los suyos. Los fantasmas del pésimo arranque protagonizado por la entidad pepinera se aliaron con los once futbolistas visitantes, dispuestos a dejar el choque visto para sentencia después de obrar el más difícil, todavía, en tan solo dos minutos. Y como a perro flaco todo son pulgas, Dani Jiménez enfiló el camino a la enfermería después de hacerse daño en la espalda. Sin el héroe local en la batalla, el Albacete siguió con su presión alta como método para recuperar la pelota y vivir en el campo contrario.  

Ya en los últimos compases del pulso, Rubén Albés apostó por dividir a sus futbolistas en dos líneas muy evidentes tras el estreno en competición de Glauder para formar una defensa de cinco hombres. El cambio no surtió el efecto esperado y desajustó a un bloque que recibió dos llegadas muy claras, una abortada por Bernabé y otra por el asistente. No fueron, sin duda, los momentos más plácidos para un vestuario que tiene muy presente lo sufrido en los minutos finales ante Ponferradina y Andorra. No fue el caso, porque la acumulación de efectivos en la muralla albaceteña y la contundencia se aliaron a la hora de despejar cualquier escaramuza local.

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