El Programa de Mediación Jurídica de Cáritas Diocesana, consta de cuatro apartados. El primero de ellos está centrado en la mediación penal (reconciliar víctima e infractor), el segundo trata de buscar alternativas a la cárcel, el tercero trabaja la asistencia jurídica penitenciaria en la prisión y el cuarto es asistir a personas en situación de exclusión social, donde entra todo el tema civil y administrativo.
A pesar de que tres de los apartados en los que trabaja el programa se centran en la materia penal y penitenciaria, lo cierto es que durante el pasado año, el 62,7% de los asuntos que llegaron fueron sobre el tema civil y el administrativo, principalmente los desalojos, las prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y las alegaciones y recursos ante las citadas administraciones.
En concreto, el programa gestionó durante el pasado año 2.065 asuntos, de los que 1.296 se centraron en la asistencia jurídica a personas en proceso de exclusión y 769 en asuntos penitenciarios.
Según refleja la Memoria 2022 del Programa de Mediación Jurídica de Cáritas Diocesana, la profunda huella social provocada por la crisis del Covid-19, unida a la gran recesión económica que género la crisis de 2008 y la más reciente guerra de Ucrania han provocado «un aumento de las desigualdades sociales, incluidas la de género y la de exclusión social severa».
Esto ha hecho que crezca también el número de intervenciones del programa, pero no en los asuntos de materia penal y penitenciaria, sino en aquellos «que obedecen fundamentalmente a asuntos relacionados con prestaciones públicas, desalojos forzosos de la vivienda habitual y con imposibilidades de pago de deudas civiles y administrativas».
En este sentido, cabe destacar que el perfil de las población que acude a solicitar ayuda por este tipo de problemas no sólo procede de los barrios más periféricos o en situación de exclusión social, sino de otros puntos de la ciudad donde las consecuencias de las sucesivas crisis continúan golpeándoles muy gravemente, como señala el abogado del programa, José Sánchez Sánchez. «Todo lo que tiene que ver con la clase media que está al borde de la exclusión tiene que ver con la zona del Ensanche y la zona del Pilar, que es donde las peticiones han aumentado muchísimo, desde luego en los barrios donde más trabajamos es en los barrios más periféricos o marginales, como pueden ser La Milagrosa, La Estrella, las Quinientas Viviendas o Hermanos Falcó, pero las peticiones son más o menos las mismas que el año anterior, mantienen su vulnerabilidad, pero crecen Ensanche y Pilar, porque son barrios donde están empezando a tener situaciones de vulnerabilidad desde hace unos años atrás y que la pandemia ha agravado todavía más». De hecho en el Ensache, desde 2019 las actuaciones han crecido un 83,75%.
Uno de los temas que ha provocado un aumento de las actuaciones del servicio de mediación de Cáritas es el Ingreso Mínimo Vital, como señala Sánchez. «El IMV es muy complejo, porque tenemos que hacer reclamaciones y aportar documentación que ayude a que la gente lo reciba y de una manera completa e incluso usar la vía judicial para que a la gente le llegue lo que realmente necesita».
El otro tema estrella en 2022 han sido los desahucios. «En el tema de lo civil, sobre todo tratamos el tema de los desahucios y las deudas civiles, levantamientos de embargos, paralizar desalojos, porque por suerte en los temas civiles ha habido normas que nos han permitido, porque en la crisis económica de 2008 no existían, ir paralizando desahucios en situaciones de vulnerabilidad».
Por otra parte señalaba que «la mayor parte de los problemas con el tema de la vivienda tiene que ver con la falta de pago del arrendamiento, no con la okupación, que es algo anecdótico, la gran mayoría de lo que nosotros llevamos es por no poder pagar el alquiler».
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