Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Saelices in roma

09/05/2022

El origen del nombre de Saelices procede del latín Ecclesia Sancti Felicis (iglesia de san Félix), de donde derivaría Sanfelices, Sahelices y finalmente Saelices, nombre actual. Aunque no tenemos datos ciertos de esta información expuesta, sabemos que después de la conquista de estas tierras a los musulmanes, la Orden de Santiago en sus tierras del Priorato de Uclés, al que perteneció en la Edad Media, pobló en encomienda varios lugares de esta comarca alrededor de ese manantial de Fuente Lamar, fundando al lado de la antigua ciudad romana de Segóbriga, lo que ahora conocemos como Saelices.
Y, al margen de esta estela etimológica, y todo cuanto esa antigua ciudad romana encierra, con termas, anfiteatro, teatro y foro, los alumnos del Instituto 'Virrey Morcillo' de Villarrobledo (Albacete), acogieron con solemnidad y premio, ganando el II Certamen Nacional de Cultura Clásica 'Ciudad de Cuenca', compartiendo alegría y trabajo, Alfonso del Amo, María Alexandra, María Rocher y su profesora Aurora Amorós. Por eso, cuando hablamos de esfuerzo colectivo, de aprendizaje y de docencia, debemos de sentirnos orgullosos cuando grupos de alumnos ofrecen su sabiduría para entender los valores de una sociedad heredera de la raíz humanista de griegos y romanos.
A su lado, Irene Ferrero Mazario, ganadora del Certamen Latinum, arropada por su profesora Nuria López y desde ese Jerez de los Caballeros en Badajoz, para rendir pleitesía a nuestra Cuenca, sin olvidar que Segóbriga y Saelices son parte de la Roma imperial y clásica.
Un triunfo más de Aurelio Bermejo, catedrático de Latín, fundador del Festival de Teatro clásico, el mismo escenario que desde Clunia, pasando por Tarraco e Hispalis, llegase a Segóbriga, para recordar que en Cuenca también Noheda, Ercávica y Valeria honraron a nuestros emperadores, en cultura, solidaridad, convivencia y filosofía. Un buen certamen, un buen premio, un buen proyecto y unos buenos alumnos que reviven pasiones bajo el estudio y el turismo cultural, enriqueciendo con ello el espíritu de sus gentes.
Y para que todo ello fluya, con orden, concierto y éxito, el grupo de personas que provocan se sienten satisfechos y honran a los dioses del Olimpo, tal cual diría Horacio. Por eso, Lucía Delgado, Ana Barambio, Emilio Guadalajara o Cristina Feiner son fieles a su trabajo, haciendo administración, tesorería y dramatización, en el Museo Arqueológico de Cuenca, en el palacio de Diputación Provincial o en las mismas minas de lapis especularis de Torrejoncillo del Rey o de Noheda.