Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Dudas sobre eutanasia

21/12/2020

El jueves 17 de diciembre el Congreso español aprobó la ley de Eutanasia: 198 votos a favor, 138 votos en contra y dos abstenciones. En mi memoria se agolparon muchos interrogantes que no me dejan dormir. 
Hace tres años, el  PSOE rechazó por peligrosa, injusta y anticonstitucional la ley de eutanasia propuesta por Podemos. Ahora ha impulsado una ley similar calificándola como una conquista social que demuestra la superioridad moral de la izquierda. Vaya, yo pensaba que la moral consistía en una auto-restricción de mi libertad cuando choca con la vida ajena y otros derechos fundamentales de la persona. 
¿A qué viene tanta urgencia? Se «desliza» en el Parlamento en un tiempo récord, entrará en vigor en menos de un mes y se hará efectiva antes de 33 días desde que uno manifieste su deseo de morir. La consigna parece ser: «Mejor que nadie lo piense dos veces».
¿Por qué no se consultó al Comité Parlamentario de Bioética? Este se ha visto compelido a declarar por su cuenta que el proyecto de ley no respeta los criterios éticos más elementales. 
¿Qué razones explican que solo cinco países del mundo hayan aprobado la eutanasia y cómo ha evolucionado su gestión? Nos sorprenderá que la praxis raramente coincide con el prototipo legal: «enfermo con dolores insufribles que solicita la muerte con plena consciencia y libertad». Quienes deciden suelen ser sus familiares o el personal sanitario. 
Si tanto se desea aliviar el dolor ajeno, ¿por qué no promueven cuidados paliativos adecuados? Me creeré la buena voluntad de una ley de eutanasia cuando incorpore una cláusula del siguiente tenor: «La herencia del difunto se dedicará íntegramente a financiar los cuidados paliativos. Al mismo fin irá el ahorro de la Seguridad Social por la muerte anticipada de ancianos, enfermos y desesperados».