Editorial

El derecho a aprender idiomas se frena por falta de instalaciones

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España es un país en el que los idiomas no han sido importantes hasta hace pocos años. Las nuevas generaciones se han beneficiado de un sistema de educación que permite a los niños y  niñas empezar a aprender idiomas prácticamente desde que arrancan a andar, una avance que llegó demasiado tarde para las generaciones que ahora lideran el país.

Antes no se empezaba a estudiar idiomas hasta Sexto de EGB, es decir con 12 años, ahora con tres ya empiezan a aprender un nuevo idioma a la vez que van desarrollando el materno.  Así, las nuevas generaciones llegan muy preparadas en este sentido a un mercado laboral que cada vez más pide tener altos conocimientos en lenguas extranjeras, sobre todo inglés.

Las generaciones anteriores tenían que buscarse la vida para aprender el idioma que le había tocado en el colegio, porque en muchos, sobre todo en la zona rural, solamente se impartía una lengua extranjera, inglés o francés, sin posibilidad de elegir.

Con el tiempo se amplió la oferta y llegó el alemán, pero poco más, por lo que la Escuela Oficial de Idiomas se convirtió en el centro en el que avanzar en el conocimiento de otras lenguas que ya iban siendo necesarias para poder trabajar.

En Albacete, la Escuela Oficial de Idiomas arrancó en 1986 impartiendo clases de inglés, francés, alemán e italiano y 36 años después, en su catálogo siguen los mismos idiomas, algo incomprensible en un mundo globalizado en el que la demanda para estudiar otras lenguas como chino, ruso o árabe se ha disparado, pero en nuestra ciudad, a no ser que vayas a una academia privada, no tienes la opción de estudiarlos.

Y la razón no es otra que la Escuela Oficial de Idiomas no tiene una sede propia. Con casi 2.000 alumnos matriculados tiene que compartir instalaciones, en esta última época con el IESRamón y Cajal de la Avenida de España, lo que le impide tener más aulas y por lo tanto ampliar un catálogo que se ha quedado obsoleto.

No se entiende que una escuela que tiene la demanda que tiene, en una ciudad como Albacete, que es la más poblada de Castilla-La Mancha, la EOI siga dando tumbos por diferentes centros, compartiendo instalaciones y si poder planificar de cara al futuro porque desde la Consejería de Educación no se da el paso para habilitar un edificio propio para que los albacetenses tengan la posibilidad de ampliar sus fronteras y poder estudiar idiomas más allá de los clásicos inglés y francés. Es un tema importante, no un capricho, así que lo ideal sería que los responsables se pusieran cuanto antes manos a la obra para solucionar este problema.