Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


A la búlgara

04/11/2021

En este otoño de congresos y convenciones le llegaba el turno al PSOE de Castilla-La Mancha, cita en la que García Page era renovado como secretario general de los socialistas de la región lo cual, por supuesto, no constituye sorpresa alguna pues estaba cantado que así sería. De hecho no podría decirse que es lo mejor que podía pasar era, sencillamente, lo único que podía ocurrir dado el marco y el contexto en que se celebraba el congreso con la apuesta decidida del aparato socialista regional por la continuidad, y no de cualquier manera por cierto, sino muy al contrario, por unanimidad y hasta si me apuran por uniformidad.
Lograr esa reelección con un 99,7 por ciento de los votos es un escrutinio demostrativo de que no existen lagunas en el control del partido en la región y que el liderazgo de Page se refrendaba por las bases no ya con sobresaliente alto, se hacía casi con matrícula de honor. Quizá no se alcanzó el cien por cien de unanimidad en esa matrícula para que no pareciera uno de esos congresos a la búlgara a las que tan dadas son algunas democracias imperfectas que mantienen los tics de las dictaduras en las que nacieron. Pero en cualquier caso ahí queda el dato, la marca alcanzada para señalizar quien manda en esta comunidad y quien tiene las llaves de la unidad que abren las puertas de la gobernabilidad de Castilla-La Mancha. Otra cosa son las lecturas a extraer abriéndose hacia otros horizontes la panorámica regional y si los árboles de euforia y unidad serán capaces de dejar ver el bosque en una región tan dispersa como variada fuera del mapa interno del PSOE en la región. Ya sabemos que aquí se habla ya en clave y jerga electoral.