El pasado viernes Got Talent, que se emite en Telecinco, tuvo el inmenso honor de contar con la sublime actuación de una albaceteña que destila arte y talento por los cuatro costados, Pilar Núñez-Polo Romero, mejor dicho, dos, porque la acompañaba en la televisiva experiencia su inseparable muñeca Pili Piloncha.
Admirada Pilar, estuviste inmensa, resuelta, divertida, segura, ingeniosa, potente y magnífica. Me enamoró tu simpatía innata y nada fingida. Me cautivó tu frescura propia de la edad que no quisiste exagerar ni disfrazar. Te comiste al jurado, al público y a la audiencia entera mientras una ciudad, la tuya, se volcaba contigo y jaleaba tu nombre y el de tu tocaya partener en las redes sociales.
Gracias, querida Pilar, por pisar como lo hiciste el escenario, por exhibir ese don de la ventriloquía que seguro que te vino de serie pero que con tu esfuerzo y tesón has conseguido consagrar. Gracias también por tu mirada de chica lista y tu sonrisa que, por ser perenne, parece que la llevas tatuada. Gracias por hacernos reír y por dejarnos boquiabiertos y ojipláticos mientras contemplábamos una performance impecable, pero sobre todo gracias, querida Pilar, por aquello que muy bien apuntó Risto, y es que fuiste una niña haciendo de niña, y eso es lo que yo más aplaudo.
Hay que ser muy valiente para hacer lo que tú hiciste y no, no hablo de ir a la tele, hablo de tener un sueño y no parar de trabajar hasta cumplirlo. 
Sólo te pido un favor, no pierdas nunca tu esencia. Me encantas.