Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Incertidumbre futura

25/08/2022

El problema no es tanto del hoy como del futuro. El presente nos ahoga, pero la incertidumbre que rodea al futuro aún nos hace más vulnerables y poco optimistas sobre todo aquello que nos pueda venir a partir de ahora. Hemos llegado a una situación en la cual la incertidumbre que nos rodea para con el futuro que se nos avecina hace que sea difícil ser prudentemente optimistas para afrontarlo. Una huida hacia adelante, un "carpe diem" para vivir el momento y despreocuparse ante la incertidumbre futura es una tentación irrefrenable en situaciones como esta, pero descartable por insensata. Desde que se inició la pandemia, tal vez por impotencia ante la misma y urgencia de alzar una necesaria esperanza, nos consolábamos pensando y asegurando que de todo ese drama saldríamos mejores. Nada más lejos de la realidad; de la pandemia ni siquiera hemos salido del todo y el mundo que nos rodea comprobamos que está mucho peor que antes de la misma y sin visos de soluciones inmediatas. Así las cosas, a nadie extrañan las cifras dadas a conocer estos días por el INE (Instituto Nacional de Estadística) y en las que se destaca la cada vez más resaltable caída de nacimientos en nuestro país.
¿A alguien puede sorprender que las parejas actuales se piensen muy mucho la decisión de tener hijos? Evidentemente no, es absolutamente comprensible esa indecisión, y no solo por las complicadas situaciones presentes, sino, y sobre todo, por las incertidumbres futuras. De hecho, según los estudiosos del tema, las bajas cifras de natalidad actuales solo son equiparables en la estadística existente en España a las de 1941, en plena posguerra, lo cual ya lo dice todo.

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