Domingo Henares

Domingo Henares


Con muchísimo respeto

21/03/2021

Hubo recuento y la mayoría de los diputados de nuestro Congreso se puso en pie. Batieron palmas por su triunfo cuantos habían votado a favor de una nueva ley que da vía libre a la llamada eutanasia, esa contradicción en los términos. Porque la buena muerte es una ficción soñada y acaso provenga solo de la buena voluntad de quien lo dice, pues todo ser vivo, por naturaleza, aspira a permanecer en la existencia. No hacemos otra cosa durante la vida que huir de la muerte, todos nuestros desvelos están encaminados a vivir un día y otro, más allá de las enfermedades y del desánimo cuando llega. Por lo que aspirar a morir con cierta dignidad puede ser fruto de que nos invade un sentimiento de consuelo, como una canción de cuna para que se caigan de cansancio los párpados, siempre alerta, de un niño.
Ojalá que los diputados de nuestro Congreso que no aplaudieron, y con muchísimo respeto, prometan que si un día llegan a gobernar cambiarán la ley recién aprobada. Una ley por otra. Teniendo en cuenta, además, el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se declara que «todo individuo tiene derecho a la vida», sin restricción alguna. Y obedientes a nuestra Constitución en su artículo 15, donde se proclama que «todos tienen derecho a la vida». Así de sencillo, así de terrible tener que decirlo por si alguien lo olvida.
Niños del mundo, seguid hablando de vuestros asuntos en el recreo, que la muerte no existe todavía tan temprano entre vosotros. Y no tengáis memoria de que los adultos, mientras gozan de salud suficiente, hablan de una muerte digna sin pensarlo dos veces.