Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


El problema de Sánchez con los jueces

01/03/2021

Descartada de momento la renovación del gobierno de los jueces, que exige la Constitución, Pedro Sánchez ha recurrido a su fórmula habitual, a su recurso más querido: ha metido presión al PP y le ha cargado todas las culpas de la ruptura del diálogo. A tal fin, improvisó una rueda de prensa en los jardines de la Moncloa con la excusa de informar sobre la reunión del Consejo Europeo. No fue tal. El titular del Ejecutivo se explayó en la sede de presidencia para arremeter contra el primer partido de la oposición en un uso torticero del Palacio de la Moncloa, uno más. Ya ni siquiera se denuncia. Es la norma de la casa.
El PP mantiene en este asunto una coherencia notable. Puso como condición que Podemos no podía estar presente en las negociaciones para renovar el CGPJ y ha vetado dos nombres, por inasumibles. Se trata de Victoria Rosell, juez, exdiputada de Podemos y actualmente en el departamento de Irene Montero como delegada contra la Violencia de Género. El otro problema es José Ricardo de Prada, el magistrado que con la introducción de una frase fuera de lugar en la sentencia Gúrtel propició la moción de censura contra Mariano Rajoy. La postura de Pablo Casado es prudente y razonable. No puede admitir ninguno de esos dos nombres. Sería un suicidio político. Además, lo había advertido con claridad y con tiempo.
El problema lo tiene Sánchez con sus socios que insisten en meter a sus apadrinados en la mesa del Consejo. Sánchez utilizó esa rueda de prensa para señalar al PP, para acusarle de no aceptar el diálogo, de no asumir consensos. No es cierto. Acaba de suscribir Casado el acuerdo para el reparto de sillas y la renovación del Consejo de RTVE. Ahí está la prueba.
Sánchez tiene que decirle ‘no’ a sus socios morados si pretende sacar adelante el nuevo CGPJ. Ahora está bloqueado, como el defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas o la Agencia de Protección de Datos. Por más aspavientos que ejecute el presidente desde la explanada ajardinada de la Moncloa, nada se avanzará si no pone a Iglesias en su sitio. Así de sencillo. Estas son las consecuencias de no respetar la independencia de la Justicia. Una asignatura eternamente pendiente.