Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


Tamames superstar

17/03/2023

Esto ya no va a ser una moción de censura, nunca lo fue, contra Pedro Sánchez. De hecho, el candidato propuesto por Vox para desbancarlo quería, y lo invitó, cenar antes con él.
Esto siempre ha ido, y perdón que les diga que lo dije, ese paño lo conozco, de espectáculo a la mayor gloria de Ramón Tamames que está encantadísimo de que le ofrecieran el papel, convertirse en protagonista y volver a la gran pantalla como superstar.
La última aparición en la alfombra, que antes como la de Hollywood fue roja y ahora es champan, seis días antes de la puesta en escena, del debate quiero decir,  ha sido el filtraje de su discurso a un grupo de amigos entre quienes no habrá faltado el gran muñidor de la operación, Fernando Sánchez Dragó y que en un clic estaba ya en todos los medios de comunicación. Una prepublicación completa de guión, frases y hasta del final de la película: pedir elecciones anticipadas el 28 de mayo coincidiendo con municipales y autonómicas.
La moción que cada vez lo es menos a quien se lo está poniendo cada vez más crudo es al telonero, Abascal. Que en realidad tampoco es que tuviera la intención de derribar a Sánchez, que bien sabía que no, sino de ver que le podía arañar a Feijóo y que por la pinta que va pillando el sainete quien puede salir pregonado es él.
Ya no es que toquen diferente música y no concuerden las letras, es que el 'tenor' no quiere saber nada con la orquesta y lo dice en cuanto le ponen un micrófono delante. Pero es que siempre, esto no es en absoluto culpa de Ramón, ha sido así y él lo dejo claro a la primera ocasión. No hacía ni siquiera falta. Con un mínimo conocimiento del personaje eso estaba más cantado que una canción del Dúo Dinámico, que es lo que han intentado ser y que no pegan, porque uno va de solista melódico italiano y el otro de líder de un grupo de Heavy Rock.
Por lo que observo los más encantados con la función son los periodistas parlamentarios con su 'síndrome de barco en una botella' aislado por la moqueta congresual del asfalto callejero y del terrón rural y que es la réplica de la profesión al síndrome de La Moncloa de los políticos que llegan al poder y a quienes el peso del manto purpurado los hace levitar.
El personal, en general, pasa del todo el asunto cantidad. Da para lo que da, mayormente para una cuchufleta en el bar pues la gente en lo que está es en sus cosas y como que ve que esto tiene poco que ver con ellos y con ellas. Mayormente con las que más les preocupan, las del comer, que cada vez cuesta más. Excepto a la Calviño que es la única a la que, según proclamó, le han bajado los precios de la cesta de la compra. Pero no dijo donde era ese sitio donde ella iba a comprar. Ni lo dirá, porque nos da a muchos que ella no es de las que hacen cola en la oferta del supermercado.