Sonsoles Arnao

Tiempos de swing

Sonsoles Arnao


Pronunciamiento de guasa

07/12/2020

No sé qué convence más a la mayoría, si las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmando que lo que hemos conocido en el chat de los militares retirados no representa al ejército español, ya que nuestras Fuerzas Armadas son una institución moderna y totalmente comprometida con los valores de la democracia y la Constitución; o las palabras de José Ignacio Domínguez, teniente coronel retirado, miembro del Foro Milicia y Democracia y portavoz en el exilio de la Unión Militar Democrática, que como compañero de la promoción de la XIX del Ejército del Aire, formó parte de ese chat, y estos días ha sido protagonista y testigo directo de las barbaridades, amenazas y bravuconadas que se han gastado estos altos mandos vía whatsapp. Ha sido contundente al manifestar la querencia franquista y los ramalazos antidemocráticos que aún perduran en la vida militar y civil de nuestro país. Yo tengo claro cuáles me convencen a mí. Puede ser que para algunos estas amenazas e insultos de exmilitares parezcan propias de la España de ‘sujétame el cubata’, de una minoría gagá con o sin copas de más, nostálgicos que se quedaron pilotando un régimen más que superado. Pero me preocupa, y más que las palabras de estos valientes patriotas, los silencios y complicidades de los demás. El del rey Felipe VI, que es interpelado una y otra vez por estos militares contra el gobierno legítimo. Un silencio que ha sido apoyado públicamente por el presidente Page. Una estrategia que desde luego hace flaco favor a la monarquía. El aplauso de 52 parlamentarios de VOX admitiendo que estos que proponen un pronunciamiento militar y el fusilamiento de más de la mitad de la población, son su gente, son de los suyos. Y el Partido Popular, que ha tardado tres días en condenar y rechazar esas declaraciones, posiblemente calculando si les conviene el traje de demócratas constitucionalistas o permanecer atrapados en la maraña ultra. Cualquier persona con unas mínimas convicciones democráticas se escandalizaría ante estas amenazas, silencios y complicidades. Y si no es así, quizá es que hemos pasado página tan rápido y tan mal, que terminamos frivolizando con estos asuntos. Si todo es fascismo nada es fascismo. Llevamos tiempo llamando fascista y franquista a cualquier adversario, y ahora, cuando aparece un grupo de los de verdad, nos quedamos noqueados, frivolizamos o tiramos de humor negro con lo del fusilamiento. Me gustaría que las palabras de Margarita Robles me convencieran más, pero se necesitan más que palabras de una ministra para que este país ponga en su sitio a quienes con total impunidad y cabeza alta pisotean los valores democráticos.  Al menos en las cuentas que han echado somos mayoría los fusilados.