Aurelio Martín

LA COLUMNA

Aurelio Martín

Periodista


Fallo en la comunicación

12/12/2022

En los últimos tiempos se están promoviendo cambios legislativos, cuyo destino final es la modificación del Código Penal, tanto de delitos como la sedición o la malversación de fondos públicos cuya repercusión necesita una profunda labor de comunicación del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que hasta ahora no se está produciendo y provoca un malestar en la población que afecta también a parte de los suyos, pensando quizá en el coste electoral que pueden suponer en los comicios municipales más cercanos y en algunas comunidades. 
Es decir, hay un malestar general pero porque más allá de los corrillos con los periodistas, llevado luego a enmiendas parlamentarias, se puede entender que se trata de un interés exclusivamente político, debido a un apoyo al Gobierno, que le permita acabar cómodamente la legislatura, y tener tiempo para recuperar intención de voto, ahora no muy favorable según las últimas encuestas; o que se trata de un intento por tranquilizar al nacionalismo catalán y de normalizar la situación, alejando al separatismo, o simplemente porque es preciso actualizar la ley en esos aspectos... 
Luego, vista la experiencia con la ley del Solo sí es sí, de la que se han beneficiado medio centenar de agresores sexuales que se encontraban en prisión, habrá que tener cuidado en extremos como este, de a quién puede beneficiar y a dónde va a llegar la redacción final y qué armas legales quedan para proteger al Estado de un nuevo intento de independencia ilegal por el que dirigentes catalanes fueron condenados por sedición y malversación. No hay que poner la vista en latinoamérica, para comprobar un fallido intento golpe de Estado en Perú por quien era su presidente, Pedro Castillo, sino que más cerca, en Alemania, un grupo terrorista de ultraderecha ha querido impulsar «un nuevo orden». La cosa no está para bromas...
Bastante está de alborotado el panorama político como para que no haya una información clara sobre estos temas fundamentales, aunque se viva aún la resaca del puente festivo y la entrada de lleno en las navidades y se produzcan los últimos coletazos del cese de Luis Enrique como seleccionador de la selección de fútbol, que no ha probado el término medio, cayó de la peana empujado por los mismos que le subieron.
Quedan cosas pendientes que parece que pasan desapercibidas como la renovación de los órganos judiciales, que preocupa seriamente, incluso en la UE, después de cuatro años, a lo que se ha negado a seguir negociando el PP, con la disculpa de «proteger el poder judicial», porque el Gobierno quiere «controlar la justicia y politizarla». También el líder popular debería explicar muchas de las acciones que emprende su partido, después de que su llegada abriera un atisbo de esperanza a la hora de compartir responsabilidades y llevar a cabo una oposición que aportara soluciones, como alternativa de Gobierno, pero que se ha quedado en la misma línea de su antecesor, el denostado Pablo Casado, al que dejaron solo incluso aquellos que fueron aupados a participar en política desde lo más alto, es decir, poder vivir de la actividad.