Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


Coca y putas

07/03/2023

Viendo las fotos de Mediador, el Tito Berni y su banda, no podemos evitar acordarnos de aquellas imágenes del exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldán, en una situación similar. Han pasado muchos años de aquello, pero la escena se repite y lo volverá a hacer en cuanto cualquier menda vuelva a creerse que está por encima del bien y del mal y puede entregarse a la corrupción, a la coca y a las prostitutas y conservar todas sus plumas. Me llama poderosamente la atención tres cosas. Una, que a todos - ¿recuerdan lo de exsecretario general del PP de Baleares?- les da por lo mismo y en cuanto trincan pasta corrupta les da por satisfacer sus instintos más bajunos a base de carne fresca y bicarbonato de Caracas. No conozco a ninguno que se haya gastado la pasta trincada montando una editorial, fundando un colegio en barrio pobre o donándolo a los más necesitados. A todos les une un hambre desmedida por esas mieles primarias que el poder ofrece al mortal sabiendo que algunos caerán en sus fauces. Y la segunda cuestión es la que afecta al asunto de la extraña afición que todos muestran por exhibirse en impoluto albornoz blanco, como si esta prenda -eminentemente hotelera- tuviera algo de sofisticado. Y si la hace con rulo de aluminio en una mano y pellizcando un culo caribeño en la otra, el menda en cuestión habrá tocado su propio cielo. La tercera y final, es que los propios protagonistas de estas escenas -tan íntimas, como lamentables ante la opinión pública- permitan que se les retrate en paños menores, esnifando, bebiendo y amartelándose con fulanas, sin pensar que cualquier día esas fotos pueden saltar a la portada de cualquier periódico o telediario. Y aquí entramos en la cuestión de la impunidad. O no se han dado cuenta de que alguien los está comprometiendo o, sencillamente, todo se la trae al pairo. Y es que el poder mal entendido y peor interpretado, por unos y otros, tiene estas cosas.