Paco Mora

Paco Mora


La 'espantá'

07/11/2020

La espantá de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados la pasada semana ha acabado con la fama del Divino Calvo (Léase Rafael El Gallo) como referencia de lo que es salir de naja cuando alguien se ve incapaz de hacer frente a su responsabilidad. Da lo mismo que se trate de lidiar un toro o de dar las explicaciones debidas a sus señorías congresuales. Una espantá es una espantá en una plaza de toros donde hay que justificar la inclusión en un cartel, o en un hemiciclo, donde se supone que se debe responder de las decisiones o indecisiones inherentes al cargo, ante los representantes de los distintos partidos votados por el pueblo.
El hombre que no podría dormir tranquilo con Pablo Iglesias como vicepresidente, ahora duerme a pierna suelta dejando en sus manos la responsabilidad que le obliga a dar explicaciones convincentes sobre el trágico momento que vive el país. Explicaciones harto difíciles, que afrontarlas entra en su sueldo, y en buena lógica no se pueden delegar so pena de la correspondiente pérdida de prestigio, y del mayor o menor grado de confianza que todavía pueda merecer a quienes le votaron. 
El ministro de Sanidad, el catalán Illa, no tuvo más remedio que pechar con el toro de la pandemia del Covid-19 como Dios le dio a entender. Y es que los vitorinos, los miuras y hasta los del Conde de la Maza, tienen su lidia, pero hay que ser muy torero y atesorar mucha experiencia para mantenerse en pie frente a ellos. Y en cualquier caso a quien correspondía lidiarlos era a la máxima figura, que no es otro que Pedro Sánchez.
Pero el primer espada ni estaba ni se le esperaba. Arguyó que tenía un compromiso telemático con Europa. Pero calló que ocho a 10 horas después de la sesión parlamentaria (…)