Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Pandemia. Año III

30/12/2021

El pasado, 2020, fue el año que ni en nuestros peores sueños pudimos imaginar. Este 2021 que consume ya sus últimas horas no ha sido, para nada, ni el que deseábamos ni el que esperábamos. Y el 2022, que anuncia su inminente llegada, se convertirá así, como quien no quiere la cosa, en el inicio del año III de la pandemia. Si nos atenemos a la realidad que nos rodea y encorseta, a esa realidad que tiene maniatada a una humanidad que contempla impotente el parte de bajas de esta guerra que sigue sin que se vislumbre claramente su final, observaremos que la cosa no está para celebraciones de Nochevieja, aunque visto desde otra perspectiva quizás se pueda entender que, pese a todo, llega el fin de año en un tan peculiar momento que es entendible que algunos se dispongan a celebrarlo como si no hubiera un mañana. ¿Alguien puede asegurarnos que lo habrá?
El año III de la pandemia se inicia bajo unas variantes de contagiosidad que no se había alcanzado ni siquiera en los picos más altos de la plaga. Contagios menos graves, eso sí gracias a la vacuna, indiscutiblemente, pero lo ciertos es que estas navidades distan mucho de ser las que soñábamos y esperábamos hace tan solo unos meses, y muy lejos de esa normalidad que buscábamos alcanzar con el sacrificio de los dos años que llevamos de terrible experiencia pandémica. Tras los dos años sufridos, iniciamos ahora un tercero en el que las doce campanadas volverán a sonar distorsionadas, porqué el virus lo ha distorsionado todo, empezando por nuestras propias vidas, más cansados y rotos ante la adversidad. ¿Quién dijo que saldríamos más fuertes y mejores de esta prueba?