Elena Serrallé

Elena Serrallé


El feísmo es tendencia

16/12/2020

El otro día salí a la caza de los regalos de mis amigos invisibles con la idea clara de elegir ropa o algún complemento mono, terminé comprando libros. De tienda en tienda me movía horrorizada por los looks que se llevan. Donde los expertos ven un jersey oversize yo veo uno que te está grande, lo que los estilistas denominan unos vaqueros capri de tiro alto, yo lo considero un homenaje al mítico Steve Urkel y una minifalda combinada con unas botas militares me resulta tan esperpéntico que busco la cámara oculta. Me negaba a creerlo pero es cierto lo que me comentaba mi hermana, según leyó en la prensa, se lleva lo feo. Así, sin filtros.
Hoy en día si no cuelgas una riñonera no eres nadie, si no calzas unas enormes zapatillas con imposibles suelas de goma o, en su defecto, unas sandalias con calcetines, no eres cool. Cuántas veces nos hemos reído de lo elegantes pero informales que iríamos con chándal y tacones, pues ahora ojeas un catálogo de moda y es todo un espectáculo observar cómo lo lucen esas modelos con poses tan ortopédicas que rayan el surrealismo. ¿Soy yo o hemos perdido una pizca el norte?
En el loco mundo de las redes lo hortera se hace viral y lo viral vende, esa es la conclusión que saco, y cuanto más hortera, más viral y más se vende. 
Me consuela pensar que soy una viajera en el tiempo y mi sitio está en aquellos años 50 de faldas de vuelo, camisas ajustadas, pañuelo abrazando el cuello y unos guantes perennes. Eso o que me he hecho muy mayor.

ARCHIVADO EN: Libros, Moda, Modelos