Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


El chalet de Fontecha

04/02/2021

En tiempos de pandemia, entre sobresalto y sobresalto, es cierto que de vez en vez nos encontramos con alguna buena noticia y que, siquiera temporalmente, nos devuelven a la vieja normalidad,esa a la que deseamos retornar y en la que será importante lo que se ha hecho y qué decisiones se han tomado por parte de la maquinaria administrativa y la decisión política que no se para mientras dura la anormalidad y que precisamente por eso es importante que acierte en sus determinaciones e iniciativas. En este sentido creo que ha acertado doblemente la Diputación Provincial al anunciar que el chalet de Fontecha, una de las principales referencias urbanísticas y patrimoniales de Albacete será sede de una entidad, así mismo dependiente de dicha Diputación, que representa como ninguna otra a la cultura, la defensa del patrimonio y la investigación histórica de Albacete, me refiero, claro está, al Instituto de Estudios Albacetenses. Ni esta loable entidad podría encontrar una ubicación más adecuada, ni el magnífico edificio que el arquitecto albacetense Julio Carrilero construyó hace poco más de un siglo, y hoy, ya declarado Bien de Interés Patrimonial, el más bello ejemplo de la construcción que distinguía a la más representativa burguesía albacetense de la época, encontrar mejores huéspedes. El chalet Fontecha es un edificio único en Albacete, tanto por sus características como edificación y su valor patrimonial, como por su historia, desde sus orígenes a principios del siglo XX hasta su papel en la segunda parte de ese siglo en donde como sede de la desaparecida Cámara de Comercio fue testigo de la lanzadera económica y el progreso de Albacete de los años 60 y 70.