Domingo Henares

Domingo Henares


Un lugar impropio

27/12/2020

Causa pavor la ligereza que tiene el vicepresidente segundo del Gobierno español en sus declaraciones acerca del Rey, de la Constitución del 78 y sobre una República soñada. En efecto, el vicepresidente quiere asustarnos ingenuamente, suponiendo que no tenemos a la mano el texto de los 125 artículos que, en forma de Constitución, sustentaban a la República española de 1931. Y allí se dice: «El castellano es el idioma oficial de la República» (artículo 3); y que «es obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se usará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas»; como también se habla del «Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual» (art. 8); y de otros ordenamientos fáciles de asumir por ciudadanos libres. Sin amenazas. Y si es que un día el pueblo español lo decide.
Lo peor del vicepresidente segundo es su ingratitud para todas las personas que han ido conformando su circunstancia vital. Contra las instituciones que hicieron posible su propio desarrollo. Algo que no podría tolerar un filósofo escolástico (Edad Media) con una expresión latina muy suya: a parte rei, o por su propia naturaleza. Pues no se entiende cómo alguien que odia a un Régimen vive en ese ámbito. Y que llegue a estar cómodo en un lugar decididamente impropio. Dando ocasión a situaciones extrañas, como la de un rey democrático saludando a quien no tiene la grandeza de devolver la cortesía.
Niños de ahora, no pidáis honradez para los políticos de turno. Sólo coherencia. Sería bastante.