Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Indultos políticos

24/06/2021

Los indultos ya están concedidos por el Gobierno. Tras tiempos de ruidos y estrepitosos fragores dialécticos sobre la anunciada medida de gracia gubernamental, la decisión ya está tomada y ejecutada ante el escepticismo de algunos, el furor de otros y la esperanza de unos pocos. Porque pocos son, esa es la verdad, los que piensan que con esta decisión y cierta mesura en la vida política nacional, algo que, ciertamente, no abunda de un tiempo a esta parte, se pueda reconducir el conflicto catalán por la vía del diálogo y la negociación. En definitiva, por la vía política y no la de la confrontación y el disparate, como ha venido sucediendo en estos últimos años.
Los indultos de los nueve políticos independentistas catalanes que les permite salir de la cárcel son fundamentalmente una herramienta gubernamental con la que se intenta reparar la averiada situación que enfrenta la relación España-Cataluña, una reparación cada día que pasa más necesaria e imprescindible dada la gravedad de la misma. En este sentido hay que valorar como valiente la decisión adoptada por el presidente del Gobierno y su Consejo de Ministros, otra cosa es que sea eficaz, algo que estará por ver en un futuro inmediato y que dependerá también de la actitud y responsabilidad del lado indultado. Estos indultos políticos no garantizan diálogo ni soluciones, pero sí dan una oportunidad para ello. Intentarlo no tiene porqué ser malo ni una traición nacional y ahí es donde sobreactúa la derecha del PP, la ultraderecha de Vox y lo que queda de Ciudadanos, a quienes hemos oído clamar contra los indultos sin que de sus bocas salga ninguna otra alternativa mejor para abordar el asunto.