Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


Sánchez ya tiene Presupuestos

24/10/2022

Alegría y celebración en Moncloa. El proyecto de Presupuestos para el año entrante está en el bote. Todo un éxito negociador, según el equipo del Gobierno, una proeza, un respaldo a la gestión que se lleva a cabo en estos tiempos difíciles. La verdad es que no hay para tanto. Pedro Sánchez no ha tenido más que ceder a las exigencias de sus socios para lograr el ahora tan jaleado respaldo. Al PNV, la cesión del impuesto a los ricos y cinco años de prórroga del actual 'cuponazo', sin variar los parámetros de lo que ha de aportar el País Vasco al Tesoro nacional a cambio de los servicios e infraestructuras estatales. Lo de Bildu quedó despejado públicamente por su líder, el terrorista Arnaldo Otegi, quien anunció que se trataba de 'presos por presupuestos'. Una negociación en la que el ministro del Interior, Grande Marlaska, ha cumplido con enorme entusiasmo su parte correspondiente ya que ha trasladado a las cárceles bajo el control del PNV a los más sanguinarios etarras dispersos por la península. Finalmente ERC se lleva fondos, dineros, regalías, así como la reformulación del delito de sedición para así librar de todo riesgo carcelario a más de una veintena de separatistas que están procesados por su participación en el golpe del 17. Todos contentos, un éxito para Sánchez y una burla más al Estado.
¿Con qué cara piensa Sánchez que irán a votar en Castilla la Mancha, Cantabria o Valencia ante el injusto reparto de fondos entre las diferentes comunidades españolas?. Cataluña, siempre en cabeza, se lleva la parte del león en tanto que las regiones menos beligerantes quedan para rebañar los restos. Desde la llegada de Sánchez al Gobierno, siempre ha sido así. Ahora más.
Al margen de estos agravios, no es necesario recordar que los presupuestos aprobados son una auténtica filfa, tal y como rezaba el informe de la Airef, organismo del Estado, no un 'chiringuito de derechas', como clamaba un diputado de Podemos hace unas horas. Son los presupuestos de mayor gasto público de la historia con menores perspectivas de ingresos de los últimos tiempos. Un ejercicio voluntarioso, chapucero e imposible de llevar a la práctica o siquiera. Ni una sola de las proyecciones económicas que realiza Nadia Calviño se convierte finalmente en realidad. Las cuentas públicas ahora en trámite parlamentario, tampoco.
Tal aspecto de este problema representa una cuestión menor para Sánchez. Su única preocupación es ir pasando pantalla día a día para aterrizar, el año próximo, en el semestre europeo que le servirá de enorme plató de lucimiento personal e internacional con gran despliegue de actos, visitas, actos, fiestorros, luminarias y fuegos artificiales. , de ahí, a las urnas. Con los presupuestos en la mano, con sus socios Frankenstein bien engrasados y sin rechistar y con todo el aparato de propaganda del Estado puesto a su servicio. Sólo hay un problema. En las preteridas regiones y pueblos de España, donde el Ejecutivo no se muestra tan generoso como lo hace con los separatistas y los amigos del terror, quizás le preparan ya una desagradable sorpresa en la cita electoral de mayo próximo. Ahí puede empezar el principio del derrumbe del sanchismo.