Domingo Henares

Domingo Henares


Punta de los dedos

26/07/2020

Nadie sabe en rigor qué intereses ocultos mueven los hilos de la industria que más beneficios promete en el futuro. Y ahora resulta, según declaraciones apresuradas del presidente del Gobierno, que el porvenir más risueño de la especie humana está en cualquier negocio relacionado con el imperio de la expresión digital. A sabiendas, claro, de que una sociedad digitalizada dará paso enseguida a otra civilización más prometedora (económicamente). De ahí que ya resulte antigua una nación como la nuestra, hasta ahora dominada por la tiranía de los idiomas, como si antes habláramos algún dialecto del zulú, y que será sustituida por decreto ley por otra realidad social donde impere hasta en los impresos oficiales la jerga digital, la calificación del hombre por la punta de los dedos.
Esta circunstancia tan rara no puede deberse al hecho de que la raza humana evoluciona hacia lo mejor. Sencillamente ha ocurrido que el presidente del Gobierno se reunió con sus colegas europeos y han hablado entre ellos con la boca tapada, y con la sola obsesión de lavarse mucho las manos. De ahí se entiende que nuestro equipo gobernante vaya a derrochar a manos llenas, hasta en los rincones apartados de la patria, una cuantía considerable de euros, ya desde ahora anillándole los dedos. De ahí también se explica la recepción entre aplausos que el Gabinete brindó a su jefe de filas. Un verdadero triunfo digital.
Niños del tiempo del coronavirus 2020, mirad en vuestras enciclopedias y veréis que España era distinta. Se aprendía a escribir con lápiz, después con tinta, y luego vino la multiplicación de palabras en las imprentas.