Paco Mora

Paco Mora


"Se non é vero, é ben trovato"

10/04/2021

En los años de mi primera juventud, circulaba por Albacete una anécdota que tenía como protagonistas al todopoderoso general de pierna corta y mandato largo y a un humilde pastor. Decían que Franco iba al menos una vez al año a cazar a la finca propiedad del marqués de Larios, a la que se accedía por la carretera de Las Peñas de San Pedro y que un pastor lo esperaba para abrirle la puerta de hierro que daba acceso a la casa de campo ubicada a más de un kilómetro de distancia. El pastor le hacía grandes reverencias al gran hombre y le decía indefectiblemente: «Bienvenido, Don Claudio», y acto seguido cerraba otra vez la puerta y corría detrás de la comitiva hasta el cortijo.
Contaban que un día el jefe del Estado le preguntó al servicial pastor: «¿Pero, hombre de Dios, por qué me llama usted Don Claudio?» y el hombre, ni corto ni perezoso, le espetó: «Es que todos le llaman a usted Claudillo y como yo no le tengo confianza…». Apiadado de verlo una y otra vez corriendo detrás de su coche hasta llegar al cortijo echando el befo, en una de sus visitas a la finca le ordenó al chofer que parara el vehículo y cuando el pastor llegó a su altura le dijo: «Oiga, buen hombre, suba usted al lado del conductor, que se va a reventar corriendo detrás de nosotros». La respuesta del humilde campesino fue antológica: «No se preocupe Don Claudio, que yo estoy acostumbrado a correr detrás de los cabritos». Y se quedó tan pancho. No sé si será sucedido o chascarrillo, pero lo cierto es que sé non é vero, é ben trovato. Y como me lo contaron lo cuento.
Y es que tal parece que este pobre país nuestro estuviera condenado a correr detrás o delante de los cabritos a lo largo de toda su historia. Y ello tanto en dictadura como en democracia. ¡Qué cruz!