Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


‘Checks and balances’

19/10/2020

La mejor contribución de la Edad Moderna a la civilización occidental es la democracia. Los Padres de la Nación Americana y de su Ley Fundamental de 1787 dejaron claro que para sostener una democracia era indispensable un sistema de checks and balances donde los poderes se controlan y contrarrestan mutuamente. Además de los tres poderes clásicos auspiciados por Montesquieu en 1748, advirtieron de la necesidad de una Constitución cuyos principios vincularían a todos los poderes públicos, cuyo intérprete y garante sería el Tribunal Constitucional y cuya modificación requeriría de una mayoría muy cualificada. El segundo contrapeso es la organización federal. El Gobierno central comparte competencias con los regionales que pueden ser de distinto color político. La Constitución española recoge todos y cada uno de estos contrapesos y añade otro: la monarquía. El Rey es un Jefe de Estado que no está sometido a la presión directa de los partidos, ni a esa visión cortoplacista que obnubila a quienes deben ganar elecciones cada cuatro años.
La eficiencia en la gobernabilidad ha diluido la separación entre los poderes legislativo y ejecutivo. Se trata de un fenómeno generalizado y una razón adicional para reforzar la independencia del resto de poderes. Lamentablemente la izquierda española puja en sentido contrario. Con la excusa de acercar las instituciones al pueblo, socialistas y comunistas desean que el Parlamento (el 51% de los parlamentarios) elija al Jefe de Estado y a la cúpula del poder judicial. La erosión del contrapeso autonómico la dejan a las derechas.
Tales pretensiones son inconstitucionales. Pero, puestos a la tarea, ¿qué nos impide cargarnos la Constitución por la vía de hecho? ¡Viva el poder absoluto de los políticos de bien! ¡Muera la separación de poderes, la democracia y la civilización occidental! www.oscardejuan.blogspot.com.es