Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


No hay coaliciones neutras

02/03/2021

Los ciudadanos españoles votaron por dos veces la composición del Parlamento actual. Con los números resultantes ¿cómo formar gobierno? Sin olvidar el origen de todo esto: el gobierno del señor Sánchez proviene de una moción de censura al PP, por su corrupción insoportable. La moción resultó un alivio para la Nación, incluso para la derecha. Tras dos convocatorias de elecciones seguidas hubo quienes entendieron que, con los resultados obtenidos, lo más conveniente para España era un gobierno del PSOE con la derecha. Es decir, con el PP. ¿Cuál sería la situación del PSOE en estos momentos si esa propuesta se hubiera concretado? El hedor de la corrupción del PP impregnaría al gobierno. Tramitándose se encuentra el juicio por la existencia de una caja B y la financiación en negro de la sede del partido que, como una confesión implícita, el señor Casado pretende abandonar. A lo que se superpondrá uno de los escándalos más inmorales de los gobiernos del PP: la operación Kitchen. El silencio de quienes defendieron la opción del PSOE en coalición con la derecha resulta escandaloso. Se echan de menos sus análisis.
La otra opción de gobierno era la fórmula actual. Un gobierno con Podemos más los apoyos de partidos independentistas y otros que configuran el Parlamento. El primer gobierno de coalición en España. En ese escenario uno de los socios de gobierno, Podemos, se está saltando el guión que está escrito para gobiernos monocolor. Es decir, para un escenario que ahora no existe. La unanimidad de discurso y de imagen se ha roto y no se ha sustituido por lealtad al proyecto mayoritario. Tal vez el concepto sea muy complicado para un colectivo obsesionado por sus egos burgueses y sus discursos antisistema. En esas condiciones se impone la coexistencia en el gobierno de proyectos distintos, competitivos entre sí y, en ocasiones, enfrentados. Las coaliciones nunca son neutras. Y esa dualidad es lo que explota la derecha para desgastar al gobierno. Pero, cuando la derecha exige a Sánchez que cese al señor Iglesias, ¿qué está exigiendo? O una crisis de gobierno o nada. ¿Sería viable la crisis de gobierno?
 Podemos no es un partido al uso, como lo son PSOE o PP. Tal vez lo pretendió en sus inicios, pero no era ese el objetivo. Los fundadores estaban hartos de que otros llegaran a la política y ellos, más preparados, no rascaran bola. Crearon una estructura de poder con apariencia de partido. Quienes iniciaron la aventura ya no están. Sistemáticamente fueron alejados del tinglado, mientras se consolidaba el actual grupo. Sin ellos no hay organización y el ejercicio del poder solo a ellos les pertenece. No existen posibilidades de recambio como en los partidos tradicionales. No existe tradición ni existirá herencia. Imposible hacer una crisis de gobierno. Lo sabe Iglesias, lo sabe Sánchez, pero no parecen haberse enterado en la derecha política y mediática.
Si una crisis de gobierno es inviable, solo cabría la convocatoria de elecciones. ¿Conviene a la democracia unas elecciones? ¿No habría que esperar a que el PP se recupere del golpe de Cataluña y de los fantasmas judiciales que lo atosigan? ¿No tiene Ciudadanos que intentar salvar un proyecto que se desinfla? ¿Es lo que necesita España, inmersa en una pandemia y una crisis económica profunda y en tiempos de presentar proyectos ante la Unión Europea para acceder a los fondos de reconstrucción? Convocar elecciones sería una soberbia irresponsabilidad. No lo sería, en cambio, que los socios de la coalición trasmitieran a los ciudadanos una impresión distinta a la de vecinos mal avenidos.