Javier Santamarina

LA LÍNEA GRIS

Javier Santamarina


No mires arriba

27/01/2023

La inmensa mayoría de los gobernantes modernos tienen una comprensión limitada de la libertad, la dignidad humana y poseen una soberbia gigantesca, ya que argumentan que solo una élite tecnocrática puede guiar nuestros destinos. Esta paradoja les permite imponer, desde la Administración, la construcción del nuevo individuo del futuro, nos diga qué comer, qué energía consumir o qué podemos decir. Nada de lo enumerado anteriormente es decidido por el ciudadano occidental.

Esta termita conceptual ha esperado su momento y solo recientemente se ha atrevido a atacar a la libertad de expresión y al movimiento feminista. Los nostálgicos conservadores, una especie en vías de extinción, hace tiempo que se percataron de la jugada pero tienen la extraña habilidad de equivocarse con las guerras que libran. No se frena la imposición con menos libertad, sino justamente al contrario. La sentencia del Tribunal Supremo norteamericano sobre el aborto no prohíbe nada, sino que reafirma que la Constitución no regula nada al respecto. Los jueces se han arrebatado el poder de hacer ley. Los seguidores de Trump deberían reflexionar sobre la profundidad del ataque a su ídolo. Los votantes tendrán que determinar qué tipo de sociedad quieren.

Tenemos que estimular la responsabilidad, porque solo aceptando las consecuencias de nuestros actos podemos avanzar con paso firme. Cualquier estrategia para eludir el impacto de las decisiones propias genera frustración y desasosiego porque ataca a nuestro equilibrio emocional. Es curioso cómo todos los delincuentes fugados durante años nada más son detenidos, reiteran la satisfacción al dejar de escapar.

Lo expuesto requeriría virar nuestro concepto del Estado y las expectativas puestas sobre lo que es justo que sufrague, soporte o estimule. Se puede perder mucho tiempo en la enumeración de sus obligaciones y en los supuestos derechos de los ciudadanos sometidos a su legislación, pero me temo que es un ejercicio estéril. El Estado no se va a retirar por convicción sino por falta de recursos. Una limitación de sus competencias ahora impedirá una decepción posterior y permitirá prepararse con elegancia a su reducción.

Para mucha gente ese escenario da miedo y no es un sentimiento fingido. Hemos preferido la seguridad a la responsabilidad. La hipersensibilidad ha transformado la profesión de humorista en una actividad de riesgo. Nadie parece escandalizarse de la contradicción entre la prohibición danesa de fumar a los nacidos después del 2.010 y el cambio de sexo por voluntad expresa del sujeto, independientemente de la edad.