Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


¡Qué comercio!

29/09/2020

Albacete tuvo fama de tener uno de los mejores comercios del Sureste. Me dijo un profesor de marketing de la Complutense que muchos productos nuevos se probaban en Albacete. En la película de Cuerda Amanece que no es poco y en la escena del sidecar camino de Francia, Luis Ciges le dice a su hijo Teodoro (Resines): «Ya verás qué mujeres y qué comercio nos vamos a encontrar». Cuerda, de quien por cierto sigue pendiente su homenaje local, confesó en un coloquio que aquella frase la entresacó de lo que oía por los pueblos de Albacete: «¡Qué comercio hay en la capital!». Por desgracia, nuestro comercio tradicional ha sido arrasado por lo digital y por la falta de una estrategia municipal y autonómica de protección. Salvo la centenaria joyería de mi amigo Vicente Mompó,  la óptica Americana de la querida familia de los Setién, Yagüe, que volverá pronto, Kalan-Boy y Almacenes Navarro que resisten, prácticamente no queda ni rastro. El comercio céntrico de Albacete está en manos de franquicias que facturan para fuera. Recordaba con mi amigo Pepe Huertas aquel esplendor perdido de nuestro comercio. En la calle Zapateros, los Piqueras y Tempo. En la calle Mayor, Almacenes Paños, Ramírez, Sombrererías Mateo y Tornero, El Ramillete, Bazar la Cocina, Mañas, Palacio del Calzado, Confecciones Arribas, Almacenes Virgen de los Llanos, Bugatti, Calzados Lerma, Casa Herreros, Sastrería Matías, Casa Cuevas, Viuda de Pérez, El precio fijo, los calzados de los Sevilla. En Gaona, imprenta Los Picos, paños Marín, joyería Fabio. En el Altozano, Blanco y Negro, Arco Iris, Nicanor, Muebles Sergio, relojería Jiménez, Cantó y Bautista. En mi calle de Francisco Fontecha, las joyerías de Risueño y La Perla del Mar. En la cercana Plaza de la Constitución, la imprenta Gassol, Confecciones Segura o Muebles de la Rosa. En la calle Ancha, Albacete Religioso, el Blayne de Antonio Parra, Armando y Lorenzo, Barón,  Fontecha y Cano, Legorburo, Belda, Almacenes Piqueras o Gabardinas Sanz. En la de Rosario, Almacenes Ferrer, Tejidos Cullel o Virgen de las Nieves. Todo se evaporó. Cosas de los tiempos, dicen. Pero Albacete sin su comercio se apaga. Algo habrá que hacer.