Tras muchos dires y diretes, el Gobierno de España se aviene a razones y anuncia que está dispuesto a revisar a la baja el IVA de las mascarillas que se comercializan en farmacias y otros establecimientos. En concreto, fue María Jesús Montero, la ministra de Hacienda, la que anunció en el Congreso de los Diputados que reducirán este impuesto que, curiosamente, suele incrementar su recaudación en tiempos difíciles. Pero tras el debate abierto, no sólo mediático, sino a pie de calle, ahora resulta que sí, que es posible que ese IVApase del 21 al cuatro por ciento. Si, más vale tarde que nunca, pero la cantidad de millones que hemos pagado los españoles desde que se nos obligara a utilizar este artículo sanitario de primera necesidad -recuerdo cuando en los primeros compases de la pandemia se nos insistía en que no era precisa esta protección, salvo para sanitarios y enfermos crónicos- ya no hay quien nos los devuelva, a no ser que incluyan un apartado en la declaración de la renta para 2021.
Pero además, la ministra portavoz aseguró que se bajará el precio máximo que tienen estos productos en la próxima reunión de la Comisión Interministerial de Precios de los Productos Sanitarios. A ver si ahora tienen más tino, porque el precio máximo que estableció en su momento el ministro Garzón -ya saben, el que sacrificó IU por pisar moqueta-, 0,96 euros por unidad para las quirúrgicas, suponía y supone todavía un desembolso notable para las familias españolas. En fin, que en estas cosas se percibe la sensibilidad social de uno Gobierno. Y hasta ahora, poca delicadeza hemos advertido.