A Juanito
Con la resaca sentimental aún por lo vivido el pasado sábado en el histórico Carlos Belmonte, con un recibimiento al equipo como uno no había visto en más de 50 años de aficionado, abrimos este martes nuestra columna para pedir a todo Albacete, empezando por nuestros representantes políticos, un apoyo sin fisuras al proyecto del nuevo Carlos Belmonte. Es nuestro estadio el salón de entrada a la casa de la ciudad y provincia. La primera imagen que se llevan miles de aficionados que pasan por Albacete para animar a su equipo. La remodelación del Estadio Carlos Belmonte es justa y necesaria. Hace tres años celebramos el 60 aniversario de su inauguración. Y ya relatamos las reformas puntuales hechas a lo largo de estos años. Desde las torretas de luz y aquella visera de la zona de tribuna. Pasando por las sucesivas reformas tras el ascenso a primera división que eliminaron las incomodas y frías pistas de atletismo y algunas otras que se emprendieron hace 20 años. Prácticamente desde entonces, nuestro Estadio, que es escenario de la historia fecunda de la ciudad, sigue igual, necesitando con urgencia una profunda remodelación que colocará al Club camino de su centenario. Ha sido y es el Albacete, solo hay que ver lo del pasado sábado, no solo el mejor embajador de la ciudad y de la provincia por España, sino que es la única institución que logra aunar en torno a ello los mejores sentimientos de unidad y esperanza. Uno añadiría también, y sin discusión, la devoción mariana por la Virgen de Los Llanos. Hay que emprender con urgencia esta remodelación. Gane quien gane las elecciones deberá emprenderla.  El Albacete como sociedad anónima está en manos de un accionista, Georges Kabchi, que se está jugando millones de euros en este equipo, en este escudo, con un consejero delegado de primera como Víctor Varela. No lo olvidemos. Ahora la ciudad, nuestra provincia, todos tenemos que arrimar el hombro para que nazca un nuevo Carlos Belmonte, que deberá ver, espero más pronto que tarde, retornar al Albacete Balompié a primera división y un día, soñemos, jugar contra el Liverpool. ¡Que tiemble Europa (Catali)!