Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


El espejo inglés

20/10/2022

Sin unos impuestos justos y ecuánimes es imposible mantener un sistema que sostenga el llamado estado de bienestar, que es, quiérase o no, el modelo de sociedad más cercano a la excelencia y objetivamente razonable que por el momento se ha alcanzado en los diferentes formatos y modelos de convivencia que en la Historia han sido. Otra cosa es que todo lo que suene a impuestos sea una música que pulse a según qué oídos.
La desde hace poco primera ministra británica, a la que por cierto también es poco el tiempo que se le augura en el cargo, Liz Truss, hablaba en sus prioridades políticas de un festín neoliberal con bajada de impuestos incluidos, pero de tales medidas ha tenido que recular de inmediato, y eso que Gran Bretaña dejó ya hace años de ser un modelo de políticas de bienestar público, pues ya se encargó la Tatcher en su momento. A Truss se le ha ido el proyecto de las manos y desde su propio partido, el conservador, han puesto el grito en el cielo puesto que una cosa es hablar alegremente de bajar impuestos –a nadie le amarga un dulce- y otra muy distinta explicar que servicios e inversiones se van a ver recortados o cuáles serán los sectores perjudicados por la falta de recursos públicos.
 En España el PP no tardó en fijarse en el espejo inglés y poner el acento en la atrevida dama inglesa y en su modelo fiscal, ahora derrocado y denostado, tras meses de su  aquelarre de bajada de impuestos. Bajar impuestos es la bandera que Feijóo alzó desde el primer momento con el aval de su corte de barones, Núñez entre ellos. Tras lo visto, y ante unos meses de permanente campaña electoral,  tendrán que mirar de nuevo el espejo inglés.