Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


El rey no vuelve por Navidad

18/12/2020

El sociólogo Tezanos está preparando una nueva encuesta. ¿Cómo quieres que pase a llamarse la Navidad a partir de ahora? Plantea cuatro opciones. A. Fiestas del árbol con bolas. B. Fiestas del turrón y del mazapán. C. Fiestas de las vacaciones de invierno. D. Fiestas del afecto. Las preguntas de los sondeos suelen ser directas, aunque, como excepción, el presidente del Centro de Investigaciones sociológicas está ideando un complemento. ¡Este veterano socialista es un innovador! Para la alternativa A, Tezanos está pensando especificar un poco más. Si es un árbol natural o uno modo low cost. En la B, se plantea añadir también los polvorones, aun siendo consciente de que a muchos les empalagan estos dulces. La tercera opción quiere que sea más precisa, anotando si las vacaciones son de todos o sólo de los estudiantes. Y la cuarta, igual la deja como está, sabiendo que la elección del líder es lo suficientemente cursi para no tocarla.
Al igual que su jefe de filas residente en LA Moncloa, el responsable del CIS también es rehén de sus socios de Podemos. Saben que mandan ya en TVE y que quieren hacerlo en el CGPJ; en algo menor como el centro de las encuestas, lo dan por hecho. Hace tiempo que Iglesias presiona a Tezanos para que evidencie la tendencia republicana que, según él, hay en España. El presidente del CIS, que es de la vieja escuela pero que se debe al que le paga su suculenta nómina -92.000 euros brutos al año-, empezó diciendo que la monarquía no le interesaba a nadie.  «Antes que la monarquía, en España aparecen antes 31 problemas», sostenía en septiembre.  Al final tuvo que sucumbir a las presiones y esta semana ha adelantado en TVE que el barómetro del mes de diciembre solo recoge que un 0,3% de encuestados han mostrado su preocupación por la situación de la monarquía. Es la estrategia del PSOE. Conseguido el apoyo para los presupuestos, la factoría de Iván Redondo ha concluido que es mejor ir de poli bueno con don Juan Carlos para no castigar en exceso a Felipe VI. En este asunto, lo del poli malo se lo dejan para Iglesias. «Yo pensaba que iba a aumentar el número de personas que mencionaban la monarquía, pero para mí es una sorpresa», admitía el responsable del CIS en la tele pública, en clara sintonía con la tendencia que está manteniendo estas últimas semanas el ala socialista del Ejecutivo.
Al margen de lo que digan las encuestas que hace Tezanos, cuya credibilidad está por los suelos, lo grave de la situación del rey emérito es que no pueda volver a España para pasar la Navidad, pese a no tener, por el momento, ninguna causa pendiente con la Justicia. La excusa de la pandemia, la prioridad de su salud -al pertenecer a un colectivo de riesgo- por encima de cualquier otra realidad, tiene el recorrido que tiene. El rey dispone de herramientas suficientes para volar a España con las máximas precauciones anti coronavirus y, ya una vez en nuestro país, no tiene necesidad de coger el metro ni ir a unos grandes almacenes abarrotados de gente.  Don Juan Carlos quería venir a España para pasar la Navidad con su familia, como cualquier padre. Sin embargo, al final, ha tenido que abortar la operación para que su hijo no tenga que soportar aún más presión. Y ahí hay que mirar al Gobierno, desde donde se está torpedeando a la Jefatura del Estado sin que el PSOE haga absolutamente nada para defenderla. En el fondo, están convencidos de que esa maniobra les beneficia, aunque sea dañina para el conjunto del país.