Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se le pueden realizar críticas políticas de todos los colores que ustedes quieran, pero nadie le puede negar que es una persona con habilidad, que empezó a demostrar cuando su partido le desahució, lanzándole por la ventana de Ferraz, y él volvió a entrar en al sede del partido por la puerta grande. 
Si eso les parece poca habilidad, ahora ha conseguido lo que ningún presidente del Gobierno anterior logró y no es otra cosa que los españoles hablemos del tiempo. Es el sueño de todo inquilino de La Moncloa, que no se hable de empleo, de déficit económico, de crisis, sino que los ciudadanos lo hagamos del tiempo y, a cuenta del plan de ahorro energético, lo ha conseguido, porque el tema estrella de conversación en cualquier barra de bar o en cualquier corrillo es el dichoso aire acondicionado a 27 grados.
Los de su cuerda defienden la medida implantada, mientras que a todos los demás les sube más la temperatura interior que la ambiental de los establecimientos, porque esto es otra piedra más en el camino de muchos empresarios, sobre todo del sector hostelero y comercial.
Y, mientras tanto, los sindicatos ni están ni se les espera, que esta es otra gran habilidad de Pedro Sánchez, porque logrará irse de rositas, sin una huelga general, cuando motivos hay muchos, empezando por los meses que nos tuvo encerrados de manera inconstitucional.
Y la culpa es del Rey por no levantarse al paso de una espada. ¡Qué tropa!