Paco Mora

Paco Mora


De Albacete se es aunque no se esté

27/05/2023

Cuando siendo yo un adolescente mis padres decidieron trasladar la familia a Barcelona, me propuse no perder jamás el contacto con la ciudad de mi infancia y mi primera juventud. No ha sido fácil, pero dadas las circunstancias de mi vida periodística lo conseguí en buena parte. Lo cual me permitió continuar en contacto con los amigos y conocidos de mi infancia y hasta crecer con ellos. 
No fue tarea fácil puesto que lo habitual es quedar sumergido en el trafago de la gran ciudad, cosa natural para un joven «paleto» que abría los ojos y las sensaciones a un ambiente y a otro mundo en el que incluso se hablaba otro idioma. Me empeñe en conocer el idioma propio de mi ciudad de acogida, sin perder de vista el propio de mi nacimiento, lo cual ha resultado un acierto puesto que como dice el refrán, «el saber no ocupa lugar». Además pude comprobar muy pronto que los conceptos y las ideas sobre todas las cosas de la vida no dependen del idioma en que se expresan sino del idioma en que se sienten. 
Definitivamente hoy creo ser un albaceteño que vive en Cataluña, aunque he tenido la suerte de poder  vivir largas temporadas en el Altozano, que tanto sigo echando de menos, ahora que definitivamente me he retirado a mis cuarteles de inverno. Creo haber sido respetado tanto en mi tierra de origen como en la de acogida, y quizás por ello he podido deshacer muchas ideas preconcebidas tanto de un lado como de otro. «Anda que si los albaceteños fuéramos catalanes, con lo cabezones que somos para nuestras cosas, cualquier a nos aguantaba», les suelo decir a mis amigos de Albacete. Mientras a los catalanes, que a  veces se olvidan de mi origen, les paro los pies diciéndoles: «Ojo al parche que estáis meando fuera del tiesto». Nos reímos juntos y siempre hay alguno que suelta. «¡Ya te  salió el albaceteño que llevas dentro!». Y es cierto. Y a mucha honra…

ARCHIVADO EN: Albacete, Barcelona, Cataluña