Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


Golazo de Villa

29/11/2022

Hace unas semanas me llamó Villa para decirme que iba a publicar un libro sobre el Alba que iba a cambiar su historia. Le creí, porque lo conozco hace más de 30 años, he trabajado junto a él y sabía que si alguien era capaz de tambalear los cimientos pretéritos del club de fútbol de nuestra ciudad era él. Siempre recordaré cuando, una vez terminados los partidos, llegaba a las diferentes redacciones en las que coincidimos, pelado de frío y, siempre, con su libreta bajo el brazo. En sus páginas iba anotando minuciosamente todos esos datos de alineaciones, tácticas, sustituciones, goles, etc. que ahora han dado luz a un libro que es pura historia del Alba y nuestra. Algunas veces se traía todos esos cuadernos llenos hasta el larguero de esas fechas, números y porcentajes que había ido recopilando milimétricamente durante décadas y nos los mostraba con el orgullo y arrobo que uno lo hace con un hijo recién nacido. Una vez presentado De blanco a blanco, me llamó Paco para decirme cosas agradables. Una de ellas fue que mi padre, exportero del Alba, estuvo a punto de reventar el acto de presentación al decirle, unos segundos antes de empezar la misma, que sólo faltaba su padre, el muy querido Pipo, para «estar todos». Y la segunda fue que este incunable sólo podríamos haberlo escrito o él o yo. En esto último mi querido Villaescusa se equivoca. Esta joya periodística y balompédica sólo podría ser obra suya, la de una persona entregada en cuerpo y alma a la información deportiva y al club de sus entretelas. Una vez que esta enciclopedia blanca está en la calle debemos de felicitarnos de su existencia, de que alguien se haya preocupado de su génesis y, sobre todo, de que su autor amenace con seguir cosechando todo ese ingente volumen documental para tener continuación. Y lo segundo, y más importante, es que a modo de biblia pelotera sería justo y necesario que hubiese un ejemplar en cada hogar albaceteño que se precie en lo futbolero. Así colaboraremos en que la memoria del Alba no se pierda en la noche de los tiempos y que aquellos viejos futbolistas que ya no están sigan marcando golazos y haciendo palomitas en nuestro recuerdo. Sí, Villa ha cambiado la historia albacetista demostrando inapelablemente que la fundación del club data de 1939. Sólo por este golazo merece un caluroso aplauso en nombre del mejor fútbol albaceteño.