Paco Mora

Paco Mora


La astracanada de Sánchez

24/12/2022

Pedro Sánchez no conoce barreras. Su intento de que el Rey respalde sus ilimitadas ambiciones de poder, lo descalifica definitivamente para continuar en La Moncloa dirigiendo los destinos de los españoles. El gesto de desprecio a Felipe VI hace pocos días, por negarse a secundar sus maniobras para eternizarse en la presidencia del Gobierno, hablan, más que todos sus discursos y jerigonzas políticas, de la catadura moral del jaquetón politicastro que padecemos los ciudadanos de este país.
Don Pedro se cree más que Rey; él se siente por encima de todo y de todos y es tanta su petulancia y auto valoración que está llegando a la astracanada. Ha puesto España patas arriba y su chulería es de tal calibre que carece de capacidad para entender que Don Felipe no puede secundar sus planes porque ambos tienen un cometido tan distinto como la noche y el día.  Su obcecación le impide entender que entre el afán de poder y la mesura del moderador hay diferencias insalvables, por exagerada que sea su ambición política. 
La imagen que dio hace pocos días por televisión, volviéndole la espalda a Don Felipe con evidente desprecio, y colocándose de un modo chulesco al frente de la comitiva, lo descalifica como político y como persona. Esa imagen es la descripción perfecta de la catadura del personaje y el exagerado concepto que tiene de sí mismo. Para sus anisas de poder no existen barreras y cae hasta en la mala educación  de manera burda y soez. Esa actitud, comparada con la serenidad y empaque de Don Felipe, da como resultado una  escena tan innoble que lo inválida de manera definitiva. 
¿Cómo puede extrañarle a nadie que un político así tenga el país en vilo, y sea capaz de utilizar todos los resortes a su alcance  para continuar confundiendo la tarea de gobierno con la permanencia en el ejercicio del poder?