Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Reencuentro en agosto

19/08/2021

En agosto muchos de nuestros pequeños pueblos renacen con el retorno, siquiera por unos días, de aquellos que sacralizan el recuerdo de ese pueblo en el que nacieron sus abuelos y en el que vivieron sus padres hasta que, incapaces de esperar por más tiempo a que llegase la modernidad, decidieron marcharse a donde creían que la encontrarían en ciudades y grandes urbes de la España de mediados del pasado siglo. Agosto, lleno de fiestas patronales, incluso en las No Fiestas del segundo verano en pandemia, es un reclamo infalible y musical como la llamada de las sirenas al barco de Ulises en su complicado viaje de regreso a su Ítaca natal. Los pueblos de la España vaciada se revitalizan bajo las extremas temperaturas de Agosto y se combate el calor en las nuevas piscinas municipales, aunque sin olvidar las balsas y las charcas de hace cincuenta veranos. Como los conciertos de rock de ahora en la Plaza Mayor que no logran borrar aquellas verbenas de farolillos de papel, pasodobles y boleros. Sí, las nuevas obras no desvanecen las viejas nostalgias y al partir hacia la ciudad comprobamos que la mejora de carreteras ha servido para fugarse mejor del pasado.