Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


Hasta los mismos

23/03/2021

No sufrimos fatiga pandemia. Es que estamos hasta los mismos. Pero no solo de los espeluznantes daños causados por la covid-19. Sobre todo, es de vosotros, políticos. De lo mal que habéis afrontado y gestionado el peor momento de nuestras vidas. De lo cobarde e interesado de vuestro comportamiento mientras han muerto decenas de miles de los nuestros. De comprobar que confiaros nuestros votos es cómo haberlo hecho a un enemigo, tan torpe como malvado. De darnos cuenta de que solo os importáis entre vosotros; nosotros somos solo público al que engatusar cuando oléis las urnas. El resto del tiempo no existimos, ¿para qué? Si ha tenido algo bueno esta diabólica situación en la que llevamos sumergidos más de un año, ha sido para descubrir los enormes costurones de vuestros caros ternos. Cuando todo va bien los errores, las carencias y las deficiencias apenas se notan. Solo se trata de hacer caso a los técnicos y poner dinero -el nuestro- dónde realmente hace falta y con la máxima propaganda posible. Cualquiera es capaz de gobernar con las arcas -y barrigas- llenas. Así es como se presentaba esta legislatura. Con una situación económica de bonanza que nos hacía dar por superada la crisis financiera del 2008. Ello podría asegurar varios ciclos de feliz gobernanza a los que atesoraban el poder. Se las prometían con perdices. Hasta que sucedió lo que todos sabemos. Fue entones cuando todo quedó a merced del huracán. Ni un palo del sombrajo quedó en pie. De la noche a la mañana todo se dio la vuelta; nos sumió en la peor de las pesadillas y fue cuando más os necesitamos.  Nosotros solos no podíamos salvar a nuestras familias -de la muerte y de la ruina- y os reclamamos para protegernos, ayudarnos y decirnos cuál era el camino a seguir para poder contarlo. Y fue entonces cuando nos dimos cuenta -con espanto- de que no había nadie al volante. O en el mejor de lo casos conducía un niño, un loco o un suicida. Cuando más os necesitábamos no es que no estuvierais a nuestro lado, es que nos demostrasteis              -con vuestra inoperancia, errores y mentiras- que nos habíamos equivocado gravemente al confiaros nuestro presente y futuro. Pero tranquilos, a pesar de nuestro cansancio, tristeza y hambre saldremos adelante a pesar vuestro. Lo superaremos. Os sobreviviremos. Sí, cuando todo pase nosotros seguiremos aquí y vosotros no.