Paco Mora

Paco Mora


Que el último cierre la puerta

14/11/2020

Está claro que el final de la pandemia de Covid-19 que asola a la humanidad depende de la celeridad con que aparezca una vacuna, así como del grado de garantía de efectividad de la misma. El resultado de la encuesta que sobre el particular ha revelado Nature Medicine es altamente descorazonador. En España, uno de cada cuatro encuestados ha declarado con firmeza que no se vacunaría. Y según las fuentes citadas, la causa de la negativa tiene su origen en la escasa confianza que merecen a los españoles sus políticos.
A situaciones así conducen los comportamientos inseguros, oscilantes y poco serios de nuestros poncios, pues mientras los españoles caen como moscas, víctimas de esta cruel segunda oleada de contagios, ellos continúan con sus luchas intestinas disputándose un palmo de poder y las prebendas que este conlleva. Pese a las escasas perspectivas de futuro que ofrece nuestro incierto presente, la mal llamada clase política, mal llamada porque clase es de lo único que carece, está dispuesta a devorarse los higadillos entre ella defendiendo a dentelladas su parcela de poder y la posibilidad de ampliarla siquiera sea un día más. Y para ello, si hay que mentir se miente, si hay que poner zancadillas, se ponen y si conviene repartir codazos, se reparten… Y si es necesario convertir el país en una necrópolis, pues también. El caso es ser el más rico y poderoso, aunque sea del cementerio.
El «oigo Patria tu aflicción» resuena en el espacio de este pobre país con la tristeza propia de la situación. Pero lo más triste es que los responsables de sacarnos a todos del atolladero histórico en que estamos sumergidos parecen ignorar la realidad de que su poder puede reducirse a quedar el último y cerrar la puerta tras de sí…