Pedro J. García

Pedro J. García


La manta corta

17/07/2020

El Palacio Real acogió ayer el funeral de Estado por unas víctimas de la Covid que, a falta de conocer la cifra real, sigue sumando nombres a su larga lista, porque, por desgracia, todavía fallecen demasiadas personas por el coronavirus. Lo más grave de la pandemia parece que ya pasó, pero el virus aún se encuentra entre nosotros y los ejercicios de responsabilidad de la ciudadanía son los que marcarán el devenir sanitario.
Con el fin de la desescalada y la entrada en la nueva normalidad iniciamos otra etapa, que coincidió con la llegada del verano, en la que nos encontramos con un caso similar al de una manta corta para taparte el cuerpo, ya que si te cubres los pies se queda la cabeza al descubierto y viceversa. Nuestros pies y nuestra cabeza son la salud y la economía. Si somos más rigurosos en el apartado sanitario, la reactivación económica queda mermada, sobre todo en este período estival, ya que todos somos conscientes del peso específico que tiene el sector turístico. Si queremos que se produzca ese empujón económico, somos más vulnerables en la cuestión sanitaria, por una mayor exposición y riesgo de contagio.
No sé si alguien tendrá claro qué prefiere taparse con la manta corta, si la cabeza o los pies, porque yo mantengo que las dos partes precisan de protección. Quizás, lo ideal, es buscar una zona cálida donde la parte al descubierto no sufra tanto y ahí es donde entramos en juego todos los ciudadanos, que debemos cumplir las recomendaciones básicas de uso de mascarillas, distancia mínima entre personas y medidas de higiene. Si no lo hacemos, los rebrotes irán a más y pronto nos quedaremos otra vez sin manta, con la cabeza y los pies al aire.