Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Necesitamos un Iniesta

16/07/2020

Hace 10 años que por estas fechas, ya se han encargado de recordárnoslo las televisiones y demás medios de comunicación, España se inundó por un tsunami de alegría e ilusión que convirtió en gozosamente inolvidable el verano de 2010. El motivo fue, bien lo saben, el éxito de la Selección Nacional de fútbol en los mundiales de Sudáfrica, coronada como campeona mundial en aquella final contra Holanda decidida con el histórico gol del albaceteño Andrés Iniesta, que no solo nos enorgulleció y llenó de una felicidad colectiva como nunca se había visto antes en cada rincón del país, es que además nos lanzó a las más altas cotas de satisfacción general, de una recuperación de la dignidad nacional y una unión generalizada en torno a unos colores y sus símbolos que nunca antes se había vivido y mostrado como sucedió aquellos momentos.
Lo curioso es que hace 10 años el país atravesaba una penosa situación económica, una crisis de tal magnitud para millones de familias y de sus respectivas economías domésticas y profesionales, que sólo se diferencia de la crisis actual en la motivación sanitaria que ha originado la presente y en la mortandad trágica que la ha acompañado. Por lo demás, las similitudes están al orden del día, pero con el agravante de que hoy crece la sensación de que carecemos en el campo de un Iniesta capaz de ilusionarnos con su magia y dotarnos de la esperanza y unidad en torno a él para remontar el resultado adverso. Hoy España no es el bloque correoso y luchador que juega como un equipo con fe en sus posibilidades de triunfo. Mirar minuto y resultado nos pone nerviosos. Necesitamos un Iniesta capaz de convertir el sueño en realidad.