Sonsoles Arnao

Tiempos de swing

Sonsoles Arnao


Soñar con los escombros

28/12/2020

Un día soñé con un gran espacio de creación cultural en mi ciudad. En realidad muchos días soñé con otra ciudad e imaginé proyectos para ella. Todo empezó con una propuesta de demolición. Han pasado cinco años, un derribo, un gobierno distinto (con la misma opinión que el anterior aunque al parecer más diligente) y ahora sobre la mesa, los últimos trámites para poner en marcha un Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) para construir 140 viviendas. ¡Ah! Y un nuevo estudio informativo del AVE Talavera -Toledo-Madrid. Viviendas y AVE. Volvemos a la casilla de salida, aunque no sé muy bien hacia dónde. ¿Alguien lo sabe? Hay ciudades que no aprenden. No es que no avancen, es que regresan a décadas atrás.
El PAU de ILTA. La memoria de las Industrias Lácteas Talaveranas, hechas escombro hace tres años, definitivamente evaporadas en un nuevo complejo residencial. La apuesta a finales del siglo XX por la arquitectura y arqueología industrial, provocó que la mayoría de las grandes ciudades, y no tan grandes, diseñaran estrategias de intervención sobre los restos de su arquitectura industrial para recuperarlas como patrimonio cultural. Lo que en su día fue motor económico, espacios de convivencia, explotación y luchas de trabajadores y trabajadoras, puntales de la innovación y el desarrollo industrial de esas ciudades, han sido conservados, rehabilitados y destinados a nuevos espacios culturales y equipamientos públicos. La antigua Fábrica de Cerámica de Aveiro en Portugal, la Fábrica de Armas de Toledo, la de Oviedo, la fábrica de chocolates de Zaragoza, la Real Fábrica de Artillería de Sevilla o el antiguo matadero de Madrid, son algunos ejemplos de cómo devolver alma, vida y cultura a esqueletos de hierro, ladrillo y cristal que son imagen y memoria del paisaje urbano. Museos, salas de exposiciones, conciertos, teatro, conferencias, centros educativos, locales de ensayo, espacios para artesanos, fotógrafos, pintores, para la danza o el circo, han tenido cabida en estos nuevos espacios.
En Talavera estamos en otras, en las de siempre. De repente han salido del cajón proyectos urbanísticos y se les ha dado vidilla. No sé si tendrá algo que ver el hecho de tener a un director general de la consejería de Vivienda del gobierno de Page como concejal de Urbanismo en Talavera. Estoy convencida de que Talavera necesita proyectos ambiciosos de regeneración urbana y la vivienda puede ser un motor importante para ello. Hay que enfocar esas estrategias en la rehabilitación de antiguos bloques degradados, recuperación de inmuebles en el Casco Histórico o la negociación con entidades bancarias para dar salida a las viviendas vacías. Acupuntura urbana en los barrios, integración de las zonas verdes, espacios públicos y equipamientos. Pero no vivienda nueva. Una ciudad que no ha revertido su situación de pérdida de población, déficits de servicios, aumento de desempleo o ausencia de estructuras productivas de futuro. Que lleva años expulsando a su población más joven y mejor preparada, que no regresa a la ciudad a construir su proyecto de futuro, no creo que sea una ciudad que necesite más viviendas. Ahora entiendo por qué ni PP ni PSOE quisieron intentar la conversión de la antigua fábrica de ILTA de Talavera en un centro de creación cultural, previo acuerdo con los propietarios. Había otros planes. Un día soñé con otros proyectos para Talavera. Era mucho desear en una ciudad más acostumbrada a la piqueta que a la brocha, al derribo que a la reconstrucción. Quizá tengamos suerte, nos toque la lotería y nos podamos comprar un piso para que cuando llegue el AVE podamos alquilarlo.