Paco Mora

Paco Mora


El lenguaje taurino y la política

22/05/2021

Que el toreo forma parte de muestra ancestral cultura, solo lo niega esa nueva pléyade de políticos sacados del horno sin el punto de cocción adecuado, que se mira el ombligo creyéndose el centro del universo. Nunca había sufrido este viejo país una clase política tan garrula e incapaz como la que ahora nos avasalla.
La tauromaquia forma parte de nuestra cultura, de tal modo que el lenguaje de los españoles está trufado de expresiones taurinas incrustadas de la manera más natural en el idioma. Ahora mismo es habitual escuchar en cualquier conversación respecto a las últimas elecciones en la Comunidad de Madrid, que Pablo Iglesias «ha sufrido un revolcón de padre y muy señor mío» que le ha obligado a pasar de la vicepresidencia del Gobierno a la situación de retirado de la política. Y se dice del político que se irrita y responde al adversario de manera desabrida e insultante, que «se ha arrancado como un miura». 
Podríamos referirnos a expresiones que suelen aplicarse los políticos entre ellos, tales como «embestidas, pitonazos y volteretas». Y hasta he oído calificar de «mansedumbre» la actitud del diputado que aguanta impávido los ataques de sus adversarios políticos «sin entrar al trapo». Al fin y al cabo el hemiciclo algo recuerda a un coso taurino, con ventaja para este, claro…Como «una estocada hasta la bola» se ha descrito el triunfo de Díaz Ayuso sobre las izquierdas. 
Y el general Queipo de Llano le espetó al conde Ciano, yerno de Mussolini: «Y a usted lo va a matar Marcial Lalanda», cuando éste le dijo, queriendo hacer una gracia, «mío generale a usted lo matará el alcohol». Era del dominio público que Queipo no le hacía ascos al buen vino y que la esposa del italiano no era demasiado fiel a su esposo…