Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Cuestión de prioridades

19/03/2021

Ojo lo que nos gusta una campaña electoral en este país. Ya lo comprobamos en el año 2019, claro que aquel año todavía no había una pandemia arrasando el país, ni una crisis económica y social como consecuencia del virus. Nos gusta tanto que 15 días se nos hacen pocos y, a falta de mes y medio para las elecciones de la Comunidad de Madrid el próximo 4 de mayo, nos hemos puesto ya a dar mítines desde el Congreso de los Diputados. Así, para implicar a todos los partidos, se presenten o no, y a todos los ciudadanos, votemos en Madrid o no.
Es evidente que aún no nos hemos recuperado del susto de ese adelanto electoral de Isabel Díaz Ayuso, motivado por la moción de censura en Murcia, y ante la sospecha de que podrían caer otras mociones en otras regiones, como así fue. Y sin habernos recuperado, seguimos de sorpresa en sorpresa. Primero con la desintegración por capítulos del partido de Inés Arrimadas, que ve cómo, tras la salida de Toni Cantó, sigue el goteo de dimisiones. Pero para reacción buena al adelanto electoral nos queda la campanada que dio el vicepresidente segundo del Gobierno de España, Pablo Iglesias, dejando su cargo para encabezar la candidatura de Unidas Podemos a esos comicios. Eso sí que ha sido un golpe de timón.
La cuestión es que, por mucho que nos gusten las intrigas palaciegas y las conspiraciones políticas –con transfuguismo y todo de por medio–, el país sigue necesitando que la política se dedique a otras prioridades. Sus ciudadanos necesitamos que esté a otras prioridades.
Este miércoles el Congreso de los Diputados volvió a ser ese circo político en el que unos y otros se volvieron a echar a la cara lo que, por otro lado, tampoco se han callado en estos dos años de legislatura. El mitin electoral de Pablo Casado, la chulería de Pedro Sánchez en la respuesta, la soberbia de Pablo Iglesias contestando a un no menos soberbio Teodoro García Egea, el desatino de Gabriel Rufián con su “chabola democrática”, o la payasada del diputado ‘popular’ mandando a Íñigo Errejón al médico cuando pedía más atención a los problemas de salud mental en España, han vuelto a ser ejemplo de lo que nadie que yo conozca quiere que sea la política.
La pandemia aún no se ha ido, es verdad que la vacuna nos está volviendo a abrir las puertas a la esperanza para una segunda mitad de año más ‘normal’, pero aún no se ha ido. La crisis que va a venir a continuación, cuando las ayudas públicas dejen de tener a la economía asistida de manera artificial, con los ERTE y las líneas de financiación avaladas por el ICO, que habrá que devolver.
En fin, que hay muchas ayudas a empresas y sectores más afectados que gestionar aún, ayudas sociales para los más vulnerables. Y cómo no, unos recursos que nos van a venir de Europa que habrá que gestionar con inteligencia, eficiencia y rapidez, que no creo que sea compatible con tener procesos electorales que nos distraigan de por medio. Antes hay que dar respuesta a estas prioridades.